Canto demoníaco || Libre || +18
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por Michael Langdon Lun Abr 15, 2019 10:34 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Estaba entretenido mirando la televisión mis dibujos favoritos, cuando de pronto fui interrumpido por un señor que vestía de negro, y que acompañaba a mi abuela que me miraba de manera extraña. –Michael, este es el sacerdote Paul ha venido para hablar contigo. –luego de eso la abuela me deja con ese señor extraño que abre su maletín y comienza a sacar cosas de esta. Fruncí el ceño sin dejar de mirarle, no sabía que se proponía aquel hombre, pero no me gustaba la manera en que me estaba mirando.
De pronto me empieza a gritar en un idioma que desconocía, y mis oídos empezaba calentarse -¡Basta me está haciendo daño! Se lo voy a decir a la abuela. –Por mucho que le gritara el hombre, no me dejaba en paz, parecía que quería hacerme daño. Sentí una extraña sensación recorriendo en mi cuerpo. Justo miré la estantería, cuando de pronto esta se volcó aplastando la cabeza al hombre que murió en el acto. –Eso le pasa por no dejarme en paz. –Luego volví a sentarme para ver la televisión cuando escuché el grito de mi abuela. –Abu –ella me agarra de la oreja comienza decirme cosas feas. Yo sabía que estaba molesta por lo que le hice a ese señor. –No dejaba de hablarme de manera extraña. No paraba de lanzarme agua me quemaba los oídos abuela –le intenté explicar pero no parecía que me escuchara.
Entonces mi abuela furiosa me agarro de los brazos me embiste contra la pared, sin dejar de decirme. “Que era un monstruo” intenté defenderme pero al ver que estaba a punto de estrangularla me aparte de forma brusca. –Yo no…quería hacerte daño –solté unas lagrimas, estaba tan confundido que no sabía que estaba pasando, y porque mi abuela me odiaba tanto que quería que ese señor me hiciera daño. Entonces me fui de la casa descalzo corrí por la acelera sin dejar de llorar. Miraba a todas partes desorientado, para luego acabar sentándome en unas escaleras.
Lloré porque no sabía a dónde ir, no conocía a nadie, y la gente que pasaba a mi lado no le importaba demasiado. Enterré mi cabeza en mis piernas gimoteé queriendo sacar mi dolor que me quemaba por dentro. Había algo raro dentro de mí, yo lo sabía, era una sensación extraña maligna que intentaba decirme algo. Sequé mis lagrima vi a un hombre cruzar la carretera, en ese momento me levanté para verme los pies que estaban sangrando –Oh, sangre ¿de dónde? -Me había cortado en la planta del pie con una botella que había en el suelo rota.
Canto demoníaco|| 12 Lunes 2015, 1:30 PM
Estaba entretenido mirando la televisión mis dibujos favoritos, cuando de pronto fui interrumpido por un señor que vestía de negro, y que acompañaba a mi abuela que me miraba de manera extraña. –Michael, este es el sacerdote Paul ha venido para hablar contigo. –luego de eso la abuela me deja con ese señor extraño que abre su maletín y comienza a sacar cosas de esta. Fruncí el ceño sin dejar de mirarle, no sabía que se proponía aquel hombre, pero no me gustaba la manera en que me estaba mirando.
De pronto me empieza a gritar en un idioma que desconocía, y mis oídos empezaba calentarse -¡Basta me está haciendo daño! Se lo voy a decir a la abuela. –Por mucho que le gritara el hombre, no me dejaba en paz, parecía que quería hacerme daño. Sentí una extraña sensación recorriendo en mi cuerpo. Justo miré la estantería, cuando de pronto esta se volcó aplastando la cabeza al hombre que murió en el acto. –Eso le pasa por no dejarme en paz. –Luego volví a sentarme para ver la televisión cuando escuché el grito de mi abuela. –Abu –ella me agarra de la oreja comienza decirme cosas feas. Yo sabía que estaba molesta por lo que le hice a ese señor. –No dejaba de hablarme de manera extraña. No paraba de lanzarme agua me quemaba los oídos abuela –le intenté explicar pero no parecía que me escuchara.
Entonces mi abuela furiosa me agarro de los brazos me embiste contra la pared, sin dejar de decirme. “Que era un monstruo” intenté defenderme pero al ver que estaba a punto de estrangularla me aparte de forma brusca. –Yo no…quería hacerte daño –solté unas lagrimas, estaba tan confundido que no sabía que estaba pasando, y porque mi abuela me odiaba tanto que quería que ese señor me hiciera daño. Entonces me fui de la casa descalzo corrí por la acelera sin dejar de llorar. Miraba a todas partes desorientado, para luego acabar sentándome en unas escaleras.
Lloré porque no sabía a dónde ir, no conocía a nadie, y la gente que pasaba a mi lado no le importaba demasiado. Enterré mi cabeza en mis piernas gimoteé queriendo sacar mi dolor que me quemaba por dentro. Había algo raro dentro de mí, yo lo sabía, era una sensación extraña maligna que intentaba decirme algo. Sequé mis lagrima vi a un hombre cruzar la carretera, en ese momento me levanté para verme los pies que estaban sangrando –Oh, sangre ¿de dónde? -Me había cortado en la planta del pie con una botella que había en el suelo rota.
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Última edición por Michael Langdon el Miér Jun 26, 2019 5:00 pm, editado 1 vez
por Kai Anderson Mar Jun 25, 2019 1:46 am
No me sorprendería que esta noche durmieras como tronco, puede que no lo parezca pero pocas cosas cansan más que un día de playa.- Luego de lavarme el cabello tomo la esponja para poder seguir con el cuerpo que igual me aseguro de tallar concienzudamente, enjabonarme bien de modo que no queden rastros de arena o sal, luego cuando me encuentro satisfecho es que me pongo bajo la regadera permitiendo que el agua se lleve los restos de espuma y suciedad.- ¿ya estas listo?.- le pregunto luego de un rato cuando yo ya hube terminado, al parecer el chico igual puesto que no hacía nada más que disfrutar del agua cayendo y mirarme.
Tras cerrar el grifo salgo con cuidado de no resbalar por los azulejos mojados, sobre el lavamanos había unas toallas limpias, menos mal, parece ser este hotel bastante barato debo decir que dan buen servicio, puede que la próxima vez que regrese a California me hospede aquí antes que en el Cortez.- trata de secar bien tu cabello, no importa qué clase de poderes tengas aun así podrías llegar a resfriarte y no quiero eso.- cuando termino tiro la toalla a un cesto destinado para eso; antes de que Michael tuviera oportunidad de imitarme se la quito de las manos y se la echo a la cabeza que, con cuidado, pero usando movimientos firmes le empiezo a restregar, enmarañando en el proceso su rubio cabello que le queda esparcido por todo el rostro cuando me aparto.- así está mejor.- ya satisfecho lanzo la toalla igual al cesto.
Nuevamente tiro de su mano para arrastrarlo al cuarto, lamento que todas mis pertenencias sigan en el otro hotel, ahora mismo mataría por ropa limpia.- Dormiremos desnudos, aun la ropa que guardamos en bolsas tendrá restos de arena y no quiero que las sabanas se llenen de ella, nos resultaría imposible conciliar el sueño.- Estando con Michael yo debo ser el adulto responsable, aunque pensándolo detenidamente con Tate es casi igual, puede que él no sea un niño pero si un adolescente, eso me permite confiar en delegarle algunas responsabilidades.- entra a la cama, ahora te acompaño yo.- tras darle esa orden me dedico a sacar nuestra ropa, la que estaba seca la extiendo en unas sillas y el tocador mientras que la empapada la llevo al baño donde procuro lavarla medianamente, al menos lo suficiente como para que al irnos no fuéramos oliendo a pescado por la sal. Tras exprimirla bien la dejo también extendida esta vez en el porta toallas y el lavamos, era un poco cutre pero serviría, durante noche secara lo suficiente para no ocasionar un desastre en mis maletas mañana.
Cuando regreso al cuarto me dirijo derecho a la cama matrimonial que era la única que tenía la habitación, con cuidado retiro las frazadas para poder meterme debajo.- hazme espacio chico.- hablo, casi susurro dirigiéndome al niño que desde hace rato notaba tenso, tal vez se debiera al estado de desnudes que ambos exhibíamos. Bueno no hay de otra sobre ese tema, además espero que no tarde demasiado en acostumbrarse porque cuando volvamos a Michigan las cosas serán igual.- estas cómodo? No quiero que pases frio.- De forma amorosa le rodeo con mis brazos, atrayéndolo hacia mi hasta dejarlo pegado a mi pecho que notaba mucho más fuerte que el suyo, al parecer todas esas sesiones en el gimnasio si dieron un resultado.- ¿Deseas que te cante una canción de cuna para dormir?.- Por algún motivo no tengo ninguna dificultad en tratar a este joven como si fuera un niño pequeño, de hecho para mí lo es.
Mientras que comienzo a entonar una nana paso mis manos por su cabello, no diría que aun esta húmedo pero al menos si bastante fresco así que con suaves movimientos dejo que mis dedos se enreden entre las hebras para ir separándolas, sacudiéndolas delicadamente. En un momento precioso mis labios sobre su frente, no tengo reparo alguno en comenzar a repartir suaves besos por toda su frente y parte del rostro, incluso en el cabello que me permito oler, inspirar el aroma a jabón que ya se había mezclado con la esencia propia del joven.- eres mi dulce bebe.- susurro sin dejar de mimarlo, aferrarlo protector contra el calor de mi cuerpo.
Tras cerrar el grifo salgo con cuidado de no resbalar por los azulejos mojados, sobre el lavamanos había unas toallas limpias, menos mal, parece ser este hotel bastante barato debo decir que dan buen servicio, puede que la próxima vez que regrese a California me hospede aquí antes que en el Cortez.- trata de secar bien tu cabello, no importa qué clase de poderes tengas aun así podrías llegar a resfriarte y no quiero eso.- cuando termino tiro la toalla a un cesto destinado para eso; antes de que Michael tuviera oportunidad de imitarme se la quito de las manos y se la echo a la cabeza que, con cuidado, pero usando movimientos firmes le empiezo a restregar, enmarañando en el proceso su rubio cabello que le queda esparcido por todo el rostro cuando me aparto.- así está mejor.- ya satisfecho lanzo la toalla igual al cesto.
Nuevamente tiro de su mano para arrastrarlo al cuarto, lamento que todas mis pertenencias sigan en el otro hotel, ahora mismo mataría por ropa limpia.- Dormiremos desnudos, aun la ropa que guardamos en bolsas tendrá restos de arena y no quiero que las sabanas se llenen de ella, nos resultaría imposible conciliar el sueño.- Estando con Michael yo debo ser el adulto responsable, aunque pensándolo detenidamente con Tate es casi igual, puede que él no sea un niño pero si un adolescente, eso me permite confiar en delegarle algunas responsabilidades.- entra a la cama, ahora te acompaño yo.- tras darle esa orden me dedico a sacar nuestra ropa, la que estaba seca la extiendo en unas sillas y el tocador mientras que la empapada la llevo al baño donde procuro lavarla medianamente, al menos lo suficiente como para que al irnos no fuéramos oliendo a pescado por la sal. Tras exprimirla bien la dejo también extendida esta vez en el porta toallas y el lavamos, era un poco cutre pero serviría, durante noche secara lo suficiente para no ocasionar un desastre en mis maletas mañana.
Cuando regreso al cuarto me dirijo derecho a la cama matrimonial que era la única que tenía la habitación, con cuidado retiro las frazadas para poder meterme debajo.- hazme espacio chico.- hablo, casi susurro dirigiéndome al niño que desde hace rato notaba tenso, tal vez se debiera al estado de desnudes que ambos exhibíamos. Bueno no hay de otra sobre ese tema, además espero que no tarde demasiado en acostumbrarse porque cuando volvamos a Michigan las cosas serán igual.- estas cómodo? No quiero que pases frio.- De forma amorosa le rodeo con mis brazos, atrayéndolo hacia mi hasta dejarlo pegado a mi pecho que notaba mucho más fuerte que el suyo, al parecer todas esas sesiones en el gimnasio si dieron un resultado.- ¿Deseas que te cante una canción de cuna para dormir?.- Por algún motivo no tengo ninguna dificultad en tratar a este joven como si fuera un niño pequeño, de hecho para mí lo es.
Mientras que comienzo a entonar una nana paso mis manos por su cabello, no diría que aun esta húmedo pero al menos si bastante fresco así que con suaves movimientos dejo que mis dedos se enreden entre las hebras para ir separándolas, sacudiéndolas delicadamente. En un momento precioso mis labios sobre su frente, no tengo reparo alguno en comenzar a repartir suaves besos por toda su frente y parte del rostro, incluso en el cabello que me permito oler, inspirar el aroma a jabón que ya se había mezclado con la esencia propia del joven.- eres mi dulce bebe.- susurro sin dejar de mimarlo, aferrarlo protector contra el calor de mi cuerpo.
Kai Anderson
Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 03/10/2018
Humanos
por Michael Langdon Mar Jun 25, 2019 11:19 pm
Canto demoníaco|| 13 Martes 2015, 3:30 PM
Salí de la ducha para tomar la toalla que había quedado libre. Justo en ese momento, Kai me la arrebata de las manos para echarla encima de mi cabeza, y frotar esta con sumo cuidado como lo hacía mi abuela cuando me bañaba de pequeño. Cuando termina deslizo mi mano por mi cabello húmedo y me miro al espejo de pie desnudo.
De manera inesperada, kai me toma de la mano para arrastrarme a la habitación donde estaba la cama matrimonial. Me froté los brazos porque me había dado un poco de frio, miré con el ceño fruncido entre tanto quitaba las cosas que había encima de la cama, para luego retirar las sabanas limpias.
Me acuesto en la cama mirando como recogía el resto de nuestras cosas que va sacándolas de la bolsa de plástico. Acuesto la cabeza en la almohada de lado, observando cómo lavaba nuestra ropa en el lavado. Cuando termina me hago un lado para que se acostara, mientras le miraba atentamente como se acomodaba se acerca más para rodearme con sus brazos; aproveche para acostar mi cabeza en su regazo apoyando mi mano sobre su cálido pecho que subía y bajaba. Le escuché respirar profundamente.
Asentí a su pregunta de que si estaba cómodo –Estoy bien –Apoyo la mano abierta sobre su pecho que acariciaba lentamente. –Me gustaría que volvieras a cantarme una canción de cuna. –Volví apoyar mi mejilla sobre su pecho. Notaba su aliento sobre mi frente como luego repartía cariñosos besos por mi rostro. –Mm –cierro lentamente los ojos quedándome al rato dormido mientras lo abrazaba.
En mi sueño estoy de pie con la cabeza levantada los brazos extendidos mientras un grupo de personas concreadas en la sala cantaba en un extraño lenguaje. Me di la vuelta en la cama de manera intranquila y comencé a recitar las mismas palabras que aquellas personas.
Continúa el sueño. Un joven de cabello rizado de ojos verdes se acerca para deshacerse de la túnica que deja caer al suelo. Se arrodilla frente a mi mirándome fijamente “Ave santa” dice.
Me acerco para levantar sus manos. Luego le corto con la daga la mano y lamo su sangre manchando así mi barbilla; Me arrodillo para besar sus labios. Los cánticos resuenan por todo el lugar que permanece a oscuras, solo las velas que había alrededor del pentagrama nos iluminan. Mi lengua se deslizaba por el rostro cubierta de sangre del joven. Ambos desnudos nos abrazamos con fuerza. Del mismo suelo comienza brotar la sangre, el pentagrama se llena por completo.
Despierte sudando con la respiración agitada mirando la habitación. Había sido un sueño, pero era demasiado real, tanto que creí que creí sentir el sabor de la sangre en mi paladar. Me toque los labios miré a Kai. Rememoré en ese instante aquel joven gimiendo contra mi boca mientras nos movíamos de forma violenta una encima del otro.
Bajé la mirada vi que mi cuerpo había reaccionado –He tenido una pesadilla…A veces sueño con cosas que no tienen explicación… ¿Tú has tenido pesadillas? –Pregunté mirándole a los ojos en medio de aquella oscuridad de la habitación pero podía ver ese brillo en la mirada de Kai. Al acostarme de nuevo rocé de manera inocente el brazo de mi acompañante. –Me duele –confesé apretando los dientes con lagrimas en los ojos. Mi pene se había puesto rígido y no sabía qué hacer -¿Qué me está pasando? ¿Por qué me duele?
Post Libre
por Kai Anderson Miér Jun 26, 2019 10:23 am
Aun despues de que el chico se quedara dormido entre mis brazos yo segui cantando suavemente, mis dedos acariciando su terso cabello que por fin parecía haberse secado por completo. No puedo asegurar que es lo que me impulso a permanecer despierto, tal vez solo fuera un instinto, una especie de sexto sentido o tal vez alguna fuerza cósmica, pero el hecho es que gracias a que me quede despierto pude presenciar su sueño inquieto, entrecierro los ojos cuando comienza a hablar, murmurar palabras inteligibles. No es que estuviera hablando entre dientes, es que de por lo que pronunciaba no tenía sentido, al menos no para mí; tendré que recordar interrogarlo sobre esto cuando despierte, lo hare buscan sonar gentil, tampoco es mi intención acosarlo mucho sobre un tema del que estoy seguro apenas es conocedor, al final si no puedo obtener más información de él deberé buscarla por mi propia cuenta, seguro que esos frikis encapuchados saben algo.
Conforme pasan los minutos me doy cuenta de que su sueño se va volviendo en pesadilla, su respiración agitada y el modo en que comienza a sudar no me dice otra cosa, por eso no me sorprende cuando despierta todo alterado, pareciendo como si su mente aun siguiera en otra parte, tal vez recordando las escenas de su ensoñación.- Shh shh tranquilo pequeño.- con mis manos sujeto delicadamente su rostro, me aproximo lo suficiente para dejar un beso en su frente, de ese modo poder tranquilizarlo.- todos tenemos pesadillas, es algo normal pero no debes temerles.- cuando trato de pegarlo más a mi es cuando me doy cuenta del bulto que se le había formado, siento su pene ahora completamente duro pegarse a mi piel.- Ah! Que tenemos aquí…- creo que antes me había equivocado al pensar que sería una pesadilla, al parecer solo se trata de su primer sueño húmedo.
Tienes una erección, tranquilo que no es algo por lo que debas preocuparte, aguarda…- me giro buscando el interruptor de la luz que estaba al lado de la cama, una vez que el cuarto se ilumina puedo más claramente el rostro de Michael, sus mejillas enrojecidas y los labios entreabiertos.- los hombres tenemos erecciones cuando nos excitamos, es algo normal.- queda claro que bajo estas condiciones no podremos dormir por lo que decido sentarme, la espalda recargada en el cabecero, una vez así arranco las sabanas que aún nos cubrían dejando a plena vista nuestra desnudes.- Ven aquí mi niño.- lentamente me inclino hacia el, procuro que cada movimiento sea pausado de modo que no se fuera a sentir agredido ni mucho menos cuando lo tomo de hombros y cintura para enseguida jalarlo hasta conseguir que quede sentado entre mis piernas viendo hacia el frente.- Dime algo…- susurro contra su oído antes de dejar un beso sobre el, luego presionar mis labios en el hueco de su cuello donde hago una leve succion, desearía poder marcarlo con mis dientes pero aun no, esta es su primera vez y no quiero asustarlo.- en ese sueño que tuviste, viste a personas desnudas restregando sus cuerpos? Tal vez eras tú quien hacia eso con alguien más…
Al final no logro reprimir el impulso que obliga a morder su cuello aunque sea muy despacio, seguro que no alcance ni a causarle el más mínimo dolor.- Esas son cosas de adultos, tu aun eres un niño pero puedo enseñarte, solo debes confiar en mí y abrir un poco más tus piernas.- al hablar voy descendiendo mis manos, dejo carias en su estómago, recorro la tersa piel haciendo camino hasta sus muslos donde ejerzo un poco más de presión.- tienes un pene muy bonito Michael, tu glande esta rojo y mojadito, ahora haremos que deje de doler.- Sin dar mas rodeos sujeto de una vez su polla por la base, estaba tan caliente que incluso la puedo sentir palpitar con el mas mínimo rose.- Esto es masturbarse, si un dia te sientes muy caliente y yo no estoy cerca solo tienes que tomar tu pene y acariciarlo de esta forma.- en un principio lo bombeo lentamente, siendo su primera vez no puedo esperar que dure demasiado por lo que procuro no darle demasiada estimulación.
Tras unos instantes en los que mi mano no deja de deslizarse por todo su tronco me decido a dar otro paso; sin dejar de masturbarlo en ningún momento tomo su diestra con la mano que yo tenía libre, la llevo a mi boca y chupo un par de sus dedos hasta que quedan chorreando de mi saliva.- ahora trata de humedecerte un poco el trasero, juega con tu agujero usando los dedos.- todo este juego consigue que mi verga igual se ponga como un tronco pero de momento decido ignorarla porque de momento es mas importante enseñarle el placer a mi pequeño niño que muy pronto será mi nuevo amante.
Conforme pasan los minutos me doy cuenta de que su sueño se va volviendo en pesadilla, su respiración agitada y el modo en que comienza a sudar no me dice otra cosa, por eso no me sorprende cuando despierta todo alterado, pareciendo como si su mente aun siguiera en otra parte, tal vez recordando las escenas de su ensoñación.- Shh shh tranquilo pequeño.- con mis manos sujeto delicadamente su rostro, me aproximo lo suficiente para dejar un beso en su frente, de ese modo poder tranquilizarlo.- todos tenemos pesadillas, es algo normal pero no debes temerles.- cuando trato de pegarlo más a mi es cuando me doy cuenta del bulto que se le había formado, siento su pene ahora completamente duro pegarse a mi piel.- Ah! Que tenemos aquí…- creo que antes me había equivocado al pensar que sería una pesadilla, al parecer solo se trata de su primer sueño húmedo.
Tienes una erección, tranquilo que no es algo por lo que debas preocuparte, aguarda…- me giro buscando el interruptor de la luz que estaba al lado de la cama, una vez que el cuarto se ilumina puedo más claramente el rostro de Michael, sus mejillas enrojecidas y los labios entreabiertos.- los hombres tenemos erecciones cuando nos excitamos, es algo normal.- queda claro que bajo estas condiciones no podremos dormir por lo que decido sentarme, la espalda recargada en el cabecero, una vez así arranco las sabanas que aún nos cubrían dejando a plena vista nuestra desnudes.- Ven aquí mi niño.- lentamente me inclino hacia el, procuro que cada movimiento sea pausado de modo que no se fuera a sentir agredido ni mucho menos cuando lo tomo de hombros y cintura para enseguida jalarlo hasta conseguir que quede sentado entre mis piernas viendo hacia el frente.- Dime algo…- susurro contra su oído antes de dejar un beso sobre el, luego presionar mis labios en el hueco de su cuello donde hago una leve succion, desearía poder marcarlo con mis dientes pero aun no, esta es su primera vez y no quiero asustarlo.- en ese sueño que tuviste, viste a personas desnudas restregando sus cuerpos? Tal vez eras tú quien hacia eso con alguien más…
Al final no logro reprimir el impulso que obliga a morder su cuello aunque sea muy despacio, seguro que no alcance ni a causarle el más mínimo dolor.- Esas son cosas de adultos, tu aun eres un niño pero puedo enseñarte, solo debes confiar en mí y abrir un poco más tus piernas.- al hablar voy descendiendo mis manos, dejo carias en su estómago, recorro la tersa piel haciendo camino hasta sus muslos donde ejerzo un poco más de presión.- tienes un pene muy bonito Michael, tu glande esta rojo y mojadito, ahora haremos que deje de doler.- Sin dar mas rodeos sujeto de una vez su polla por la base, estaba tan caliente que incluso la puedo sentir palpitar con el mas mínimo rose.- Esto es masturbarse, si un dia te sientes muy caliente y yo no estoy cerca solo tienes que tomar tu pene y acariciarlo de esta forma.- en un principio lo bombeo lentamente, siendo su primera vez no puedo esperar que dure demasiado por lo que procuro no darle demasiada estimulación.
Tras unos instantes en los que mi mano no deja de deslizarse por todo su tronco me decido a dar otro paso; sin dejar de masturbarlo en ningún momento tomo su diestra con la mano que yo tenía libre, la llevo a mi boca y chupo un par de sus dedos hasta que quedan chorreando de mi saliva.- ahora trata de humedecerte un poco el trasero, juega con tu agujero usando los dedos.- todo este juego consigue que mi verga igual se ponga como un tronco pero de momento decido ignorarla porque de momento es mas importante enseñarle el placer a mi pequeño niño que muy pronto será mi nuevo amante.
Kai Anderson
Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 03/10/2018
Humanos
por Michael Langdon Miér Jun 26, 2019 5:46 pm
Canto demoníaco|| 13 Martes 2015, 3:30 PM
Estaba avergonzado por la situación que no me atrevía a mirar a Kai a los ojos después de darse cuenta de que no se trataba de una pesadilla sino, de un sueño erótico con un desconocido. -¿Erección? –Pregunté, no sabía que me estaba pasando o que significaba esa palabra. Tan solo tenía seis años en el cuerpo de un hombre maduro. Trague saliva mirando la punta de mi pene que escurría un líquido transparente que humedecía todo el glande.
–Es la primera vez que me pasa algo así. –Le obedezco mirándole con cierto pudor y me siento a espaldas con la mirada fija en la puerta del baño. Respiré profundamente y humedecí mis labios prestando atención en todo momento. Justo en ese instante Kai me pregunta si había visto en mi sueño personas desnudas. –Había un joven desnudo –Vuelvo a humedecer mis labios –Fue todo muy extraño. –Una extraña sensación recorre mi estomago cuando besa mi cuello lentamente. –Me siento raro…-apreté los dientes cuando entierra sus dientes en mi carne pero por un momento, noté que ese simple gesto consigue que me excité un poco más, logrando que soltara un leve gemido placentero. –Oh! Espera…-
Sus manos se desciende por mi estomago. Humedezco de nuevo los labios respirando con fuerza por la nariz mientras sus manos me deleitaba; volví a dejarme llevar por el calor que me proporcionaba mientras acariciaba mi estomago.
No pude evitar el reírme por el comentario de mi pene. -¿Me va a doler? –Pregunté indeciso mirando la mano de él, alrededor de mi polla, que la agarra por la base con decisión; pronto comienza a masturbarme logrando que mi cuerpo respondiera ante la estimulación.
–¡Ohh! –Trague saliva dejando caer mi cabeza hacia atrás apoyándola más en su pecho. Un cosquilleo placentero se extiende por mis genitales, todo el tronco de mi polla que la sentía ardiendo.
No dejaba de jadear, de retorcerse por cada movimiento. Sintiendo tremendas ganas de orinar de un momento a otro, era extraño, no había sentido nada parecido. Kai de pronto me sorprende tomando mi mano para chupar los dedos de mi mano. Los chupa dejándolos ensalivados y me ordena que los metiera en mi culo –espera. . . ¿Quieres que me los meta en el culo? –
Pregunté indeciso, no estaba seguro de que eso fuera muy placentero, para mí, meterme los dedos en el culo. Separo las piernas temblando, algo vacilante, por lo que estaba a punto de hacer. Y exploro con mucho cuidado mi agujero que se contraía por el nerviosismo; al principio meto la punta que noto húmeda.
Doy un respingo cuando noté en mi espalda el rozamiento de su erección que se había pegado por completo. –A ti también te ha pasado. –Me giro para mirarle a los ojos y luego apoyo mi mano sobre la suya que estaba alrededor de mi pene erecto. Volví a intentar a explorar mi culo pero aparté rápidamente la mano. No me atreví a hacerlo, no era capaz de meterlos en mi interior por miedo de hacerme daño – ¡Espera! ¿Quieres ayudarme?
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por Kai Anderson Jue Jun 27, 2019 10:27 pm
Sonrió como un puto demente cuando el chico se percata de que igual me había puesto duro, libidinoso muerdo mis labios, apenas puedo aguantar las ganas de empujar un poco la cadera, solo eso bastaría para poder restregar mis centímetros de carne contra ese culito respingón.- Claro que a mí también me paso.- pese a mis verdaderos deseos me obligo a permanecer calmo de modo que no lo asuste si trato de saltarle demasiado pronto.- si estoy tan duro es por tu culpa.- mi voz suena ronca al golpear contra su cuello que no me canso de besar y morder, dejar marcado con algunos chupetones como prueba de mi pasión.- eres tu quien me excita así.- mi mano sobre su polla no deja de deslizarle ni por un segundo, hago especial presión en las venitas hinchadas que palpitan ante mi rose, con el pulgar esparzo el pre seminal por todo el tronco, recorriendo los delicados pliegues ya empapados de fluidos.
¿Tienes miedo?.- por un segundo paro toda actividad en sus genitales, mi mirada muestra un gesto severo pues no estaba haciendo lo que le ordene de empezar a dilatar su agujero, eso no es algo que me complazca, pero supongo que no puedo pedirle demasiado.- De acuerdo.- no es que no me agrade la idea de ser yo quien lo prepare pero no es lo que tenía en mente, prefería que fuera el mismo quien descubriera de a poco su cuerpo, que aprendiera a autosatisfacerse.- Te ayudare esta vez, pero espero que en la siguiente ocasión puedas hacerlo tú solo.- aunque no se hubiera atrevido a penetrarse los dedos sí que se tocó lo suficiente como para impregnar toda la zona de su ano con saliva, de eso me doy cuenta al bajar la mano que tengo libre, colándola entre sus nalgas que mantenía separadas. Ante el tacto de mis dedos siento a su ojete palpitar, resulta obvio que está nervioso y eso solo me parece más adorable.
Con cuidado hago una ligera presión sobre su ano, empujo un poco mis dedos, deslizando uno que finalmente se entierra con relativa facilidad entre sus virginales paredes.- shhh tranquilo, no te duele verdad?.- Nunca he sido una persona especialmente delicada en estas cosas, con Tate sobretodo, las ocasiones en que hemos tenido sexo, incluso la primera vez fue extremadamente salvaje y caliente, ambos desesperados por fundirnos en el cuerpo del otro, así que me resulta un poco extraño tener que ser tan delicado con este joven pero lo estoy intentado, procuro brindarle mucho cariño y amor repartiendo besos por su cuello, su mandíbula que siento un poco tensa.- Relájate, debemos abrir bien esta zona antes de pasar al siguiente nivel.- haciendo uso de toda mi paciencia me todo el tiempo de ir dilatándole despacio, primero moviendo ese único dedo, haciendo círculos y empujando lentamente en su interior, buscando su próstata que cuando encuentro no dudo en estimular una y otra vez. Ahora se encontraba tan excitado que no me cuesta trabajo meterle un digito más y después el otro, tras unos minutos ya me era posible empujar cuatro a la vez, girarlos cada vez de forma más brusca aunque sin llegar a lastimarle.
¿Te gusta esto? Siente mis dedos dentro tuyo, ahora mismo estas tan abierto que seguro que podría meter mi mano entera.- susurro con voz ronca, sexual contra su oreja antes de que decidera pasar mi lengua por ella, meterla apenas lo suficiente para ponerle los pelos de punta.- quiero oírte gemir mi dulce niño.- excitado no puedo contener un gruñido, mi propia polla ya habia comenzado a palpitar y en los cojones sentía ligeras punzadas de dolor; necesitaba atención con urgencia, pero hasta no conseguir que Michael se corriera entre mis brazos no podría hacerlo pues tengo que ir enseñándole un paso a la vez.- No te contengas, solo déjate llevar y dale tu leche a papá.- se que no pasara mucho antes de que se corra, puedo sentirlo en la forma en que su ojete se contrae y su polla palpita, solo debo arreciar un poco mas el ritmo que ha mantenido mi mano, apretar mas fuerte en la base ya toda hinchada, a punto de derramar su primera lefada.
¿Tienes miedo?.- por un segundo paro toda actividad en sus genitales, mi mirada muestra un gesto severo pues no estaba haciendo lo que le ordene de empezar a dilatar su agujero, eso no es algo que me complazca, pero supongo que no puedo pedirle demasiado.- De acuerdo.- no es que no me agrade la idea de ser yo quien lo prepare pero no es lo que tenía en mente, prefería que fuera el mismo quien descubriera de a poco su cuerpo, que aprendiera a autosatisfacerse.- Te ayudare esta vez, pero espero que en la siguiente ocasión puedas hacerlo tú solo.- aunque no se hubiera atrevido a penetrarse los dedos sí que se tocó lo suficiente como para impregnar toda la zona de su ano con saliva, de eso me doy cuenta al bajar la mano que tengo libre, colándola entre sus nalgas que mantenía separadas. Ante el tacto de mis dedos siento a su ojete palpitar, resulta obvio que está nervioso y eso solo me parece más adorable.
Con cuidado hago una ligera presión sobre su ano, empujo un poco mis dedos, deslizando uno que finalmente se entierra con relativa facilidad entre sus virginales paredes.- shhh tranquilo, no te duele verdad?.- Nunca he sido una persona especialmente delicada en estas cosas, con Tate sobretodo, las ocasiones en que hemos tenido sexo, incluso la primera vez fue extremadamente salvaje y caliente, ambos desesperados por fundirnos en el cuerpo del otro, así que me resulta un poco extraño tener que ser tan delicado con este joven pero lo estoy intentado, procuro brindarle mucho cariño y amor repartiendo besos por su cuello, su mandíbula que siento un poco tensa.- Relájate, debemos abrir bien esta zona antes de pasar al siguiente nivel.- haciendo uso de toda mi paciencia me todo el tiempo de ir dilatándole despacio, primero moviendo ese único dedo, haciendo círculos y empujando lentamente en su interior, buscando su próstata que cuando encuentro no dudo en estimular una y otra vez. Ahora se encontraba tan excitado que no me cuesta trabajo meterle un digito más y después el otro, tras unos minutos ya me era posible empujar cuatro a la vez, girarlos cada vez de forma más brusca aunque sin llegar a lastimarle.
¿Te gusta esto? Siente mis dedos dentro tuyo, ahora mismo estas tan abierto que seguro que podría meter mi mano entera.- susurro con voz ronca, sexual contra su oreja antes de que decidera pasar mi lengua por ella, meterla apenas lo suficiente para ponerle los pelos de punta.- quiero oírte gemir mi dulce niño.- excitado no puedo contener un gruñido, mi propia polla ya habia comenzado a palpitar y en los cojones sentía ligeras punzadas de dolor; necesitaba atención con urgencia, pero hasta no conseguir que Michael se corriera entre mis brazos no podría hacerlo pues tengo que ir enseñándole un paso a la vez.- No te contengas, solo déjate llevar y dale tu leche a papá.- se que no pasara mucho antes de que se corra, puedo sentirlo en la forma en que su ojete se contrae y su polla palpita, solo debo arreciar un poco mas el ritmo que ha mantenido mi mano, apretar mas fuerte en la base ya toda hinchada, a punto de derramar su primera lefada.
Kai Anderson
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Humanos
por Michael Langdon Vie Jun 28, 2019 10:56 pm
Canto demoníaco|| 13 Martes 2019, 10:30 PM
Noto sus dedos hurgar en mi interior deslizándose a través de mi agujero virgen que estaba empapado de mi saliva. Mordí los labios notando esa sensación extraña que me invade todos mis sentidos; un placer, que nunca había experimentado, hasta ahora.
Que recorre mi cuerpo me obligando a aferrarme a los brazos de mi amante, que continuaba moviendo sus dedos dentro de mi culo. –Duele un poco –confesé. Humedezco mis labios me concentro en el placer que estaba experimentando que en el dolor del principio. Las lágrimas se me saltan, se deslizaba por mi rostro enrojecido, y empapado en sudor. Continúa metiendo y sacando sus dedos con más ritmo que al principio.
Notando como las paredes de mi ano palpitaba ante la fricción de sus dedos. – ¡Ah, no pares! –desaparece el dolor para reemplazarlo por el placer que sus dedos me estaban proporcionado. Su lengua se deslizaba por mi cuello la mete en la oreja. Con fuerza me aferré a su brazo que estaba en tensión; jadeaba por cada sensación que experimentaba cuando alcanza a tocar mi próstata. Notando su polla más duro detrás rozándome ante cada movimiento. Clave mis dedos en su brazo sabía que no tardaría en vencerme en dejarme arrastrar por completo por la intensa ola de placer. – ¡Oh, no puedo más! –su mano agarraba mi polla la bombeaba con lentos movimientos. Sentí un cosquilleo que se prolonga. Suelto un gemido placentero.
Me vengo copiosamente salpicando de semen la mano de Kai, con largos chorros de semen que salpicaba mi pecho. Notando como mi cuerpo al fin libera toda la tensión que había acumulado; poco a poco me invade una sensación de calma total. Me dejo cae hacía atrás recostando mi cuerpo sobre el pecho de Kai.
Dándome cuenta de que él continuaba con el miembro duro. -¿Te ayudo? Aunque no sé muy bien qué debo hacer. –confesé a Kai dándome la vuelta. Le sujeto la polla como minutos antes había hecho conmigo, y la deslizo lentamente por todo el tronco que envuelvo con una mano.
Lo hago despacio con miedo de hacerle daño. Arriba y abajo sin dejar de mirarle como abría la boca para jadear de placer.
Deslizo el dedo pulgar por el glande duro y ejerzo una suave presión hundiéndolo. -¿Lo estoy haciendo bien? –Pregunté, sin apartar la mirada de sus ojos marrones, ni un segundo, mientras lo hacía. Sigo, con más ritmo notando las palpitaciones de su miembro que irradia calor; puedo notar ese calor esa sensación familiar que yo también había experimentado antes. Su rostro se contrae. Me acerco para besar su frente lentamente, y me separo para continuar haciéndolo rozando con mis labios los suyos pero sin meter la lengua.
Post Libre
por Kai Anderson Lun Jul 01, 2019 8:55 am
Continuo empujando mis dedos aun luego de que llegara al orgasmo, su cuerpo estaba tan sensible ahora, receptivo totalmente que me permite seguir estimulando su ojete un poco más en su entrada dilatada, tan floja que ya no parecía propia de un virgen.- te has corrido mucho.- susurro meloso sobre su oreja en la que presiono mis labios, a estas alturas ya la tenía incluso húmeda luego de haberle estado pasando la lengua repetidas veces y dando mordiscos.- creo que te ha gustado entonces.- con una sonrisa de suficiencia pintada en mi rostro retiro finalmente ambas manos de sus genitales para luego poder rodearle de los hombros; notaba su cuerpo laxo, solo sacudido de vez en cuando por los espasmos propios del orgasmo que acaba de tener.
Yo aún no había tenido oportunidad de correrme por lo que mi erección seguia igual de imponente que en un principio, si las cosas terminaban aquí no me quedaría de otra que ocuparme yo mismo de ella, no me esperaba que sin necesidad de pedírselo Michael se girara y tomara entre sus manos todo mi grosor.- ahh.- no consigo reprimir un ronco gemido producto de la sorpresa, durante tanto tiempo me habia estado aguantando la excitación que ahora el mas mínimo rose parece hacerme enloquecer, me provoca temblar, apretar los dientes con fuerza pues es la única forma en que consigo acallar los gemidos que mueren en mi garganta.- Mierda.- mascullo entre dientes, la respiración entrecortada de forma vergonzosa.
Basta.- tengo la voz ronca al ordenarle esto, a estas alturas me encontraba tan caliente que de seguir así no pasaría mucho para que eyaculara, en otras circunstancias eso me parecería perfecto pero ahora no; mi joven protegido ha mostrado tener disposición a seguir más adelante, y yo no deseo más que eso.- tranquilo, lo haces bastante bien, es solo que ahora quiero probar otra cosa.- me endereso sentándome sobre las rodillas, mi verga erguida, pegada a mi estómago desde chorreaba un hilillo de líquido transparente. Ignorando eso sujeto con una mano su angelical rostro, pese a aparentar ser un hombre adulto podía encontrar rasgos infantiles en sus facciones.- Ahora te mostrare lo que hacemos los adultos cuando deseamos conectar en cuerpo y alma con otra persona.- dulcemente me inclino a besar sus labios, primero en un gesto cargado de cariño, luego volviéndolo mucho más intenso y brusco hasta el punto en que llego a tirar con mis dientes de su labio inferior, arrancando algunas gotitas de sangre que me apresuro a lamer.- no te preocupes iré despacio al principio, esto mismo lo he hecho con tu padre muchas veces y te aseguro que lo disfruta mas que nada
Siguiendo con los mismos movimientos lentos le insto a que se coloque a cuatro patas sobre la cama, podía notar en su postura que sentiría un poco de nerviosismo, aunque imagino que ya no sería tanto luego de haber experimentado la sensación de tener unos dedos bien metidos en el ojete.- levanta un poco más tu trasero.- pronto me acomodo tras de el, con una mano sujetando una de sus perfectas nalgas mientras que con la otra me ocupo de seguir masturbándome, de manera pausada pero firme, apretando a ratos la base de mi polla con fuerza para reprimir el deseo de eyacular.
Tras unos segundos en que me absorto admirando el perfecto trasero del rubio, sus carnosas nalgas y ese agujerito sonrojado justo en el centro de su raja, incluso en eso dejaba de recordarme al culo de Tate que tantas veces me he follado. Finalmente me inclino y paso el primer lengüetazo por toda la zona, gustoso me regodeo al sentir el virginal cuerpo estremecerse, sabía que esta era una nueva clase de placer que el joven Langdon jamás imagino experimentar.- sabes a gloria Michael.- gustoso me relamo, disfrutando de ese sabor particular que pronto invade toda mi boca. Tras dejar su ojete chorreando de saliva me permito recorrer sus nalgas sobre las que dejo abundantes mordiscos, chupetones que no tardan en ponerse morados como señal de propiedad.- no te resistas… entrégate al placer y disfruta.- luego de hablar mi lengua se entierra tanto como puedo en su ano, gracias a mi anterior trabajo estaba bastante dilatado, lo suficiente para que pudiera empujar sin problemas, moverla como si de una pequeña serpiente se tratase a la par que abundante saliva escurre de mi boca y chorrea por sus testículos.
Yo aún no había tenido oportunidad de correrme por lo que mi erección seguia igual de imponente que en un principio, si las cosas terminaban aquí no me quedaría de otra que ocuparme yo mismo de ella, no me esperaba que sin necesidad de pedírselo Michael se girara y tomara entre sus manos todo mi grosor.- ahh.- no consigo reprimir un ronco gemido producto de la sorpresa, durante tanto tiempo me habia estado aguantando la excitación que ahora el mas mínimo rose parece hacerme enloquecer, me provoca temblar, apretar los dientes con fuerza pues es la única forma en que consigo acallar los gemidos que mueren en mi garganta.- Mierda.- mascullo entre dientes, la respiración entrecortada de forma vergonzosa.
Basta.- tengo la voz ronca al ordenarle esto, a estas alturas me encontraba tan caliente que de seguir así no pasaría mucho para que eyaculara, en otras circunstancias eso me parecería perfecto pero ahora no; mi joven protegido ha mostrado tener disposición a seguir más adelante, y yo no deseo más que eso.- tranquilo, lo haces bastante bien, es solo que ahora quiero probar otra cosa.- me endereso sentándome sobre las rodillas, mi verga erguida, pegada a mi estómago desde chorreaba un hilillo de líquido transparente. Ignorando eso sujeto con una mano su angelical rostro, pese a aparentar ser un hombre adulto podía encontrar rasgos infantiles en sus facciones.- Ahora te mostrare lo que hacemos los adultos cuando deseamos conectar en cuerpo y alma con otra persona.- dulcemente me inclino a besar sus labios, primero en un gesto cargado de cariño, luego volviéndolo mucho más intenso y brusco hasta el punto en que llego a tirar con mis dientes de su labio inferior, arrancando algunas gotitas de sangre que me apresuro a lamer.- no te preocupes iré despacio al principio, esto mismo lo he hecho con tu padre muchas veces y te aseguro que lo disfruta mas que nada
Siguiendo con los mismos movimientos lentos le insto a que se coloque a cuatro patas sobre la cama, podía notar en su postura que sentiría un poco de nerviosismo, aunque imagino que ya no sería tanto luego de haber experimentado la sensación de tener unos dedos bien metidos en el ojete.- levanta un poco más tu trasero.- pronto me acomodo tras de el, con una mano sujetando una de sus perfectas nalgas mientras que con la otra me ocupo de seguir masturbándome, de manera pausada pero firme, apretando a ratos la base de mi polla con fuerza para reprimir el deseo de eyacular.
Tras unos segundos en que me absorto admirando el perfecto trasero del rubio, sus carnosas nalgas y ese agujerito sonrojado justo en el centro de su raja, incluso en eso dejaba de recordarme al culo de Tate que tantas veces me he follado. Finalmente me inclino y paso el primer lengüetazo por toda la zona, gustoso me regodeo al sentir el virginal cuerpo estremecerse, sabía que esta era una nueva clase de placer que el joven Langdon jamás imagino experimentar.- sabes a gloria Michael.- gustoso me relamo, disfrutando de ese sabor particular que pronto invade toda mi boca. Tras dejar su ojete chorreando de saliva me permito recorrer sus nalgas sobre las que dejo abundantes mordiscos, chupetones que no tardan en ponerse morados como señal de propiedad.- no te resistas… entrégate al placer y disfruta.- luego de hablar mi lengua se entierra tanto como puedo en su ano, gracias a mi anterior trabajo estaba bastante dilatado, lo suficiente para que pudiera empujar sin problemas, moverla como si de una pequeña serpiente se tratase a la par que abundante saliva escurre de mi boca y chorrea por sus testículos.
Kai Anderson
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por Michael Langdon Vie Jul 12, 2019 6:34 pm
Canto demoníaco|| 13 Martes 2019, 11:00 PM
Aparté la mano de su polla rápidamente en cuanto me lo ordena. Si dejar de mirarle fijamente prestando atención a lo que me decía -¿Qué vamos hacer? –Pregunté, en cuando menciona lo de hacer cosas para adultos. Trago saliva para mirarle la polla, estaba erecta, de la punta chorreaba un liquido transparente que minutos antes había humedecido mis dedos cuando le estaba masturbando. Asentí cuando me sostiene el rostro entre sus manos. Acercando sus labios contra los labios me besa de forma intensa. Tan intensa, que acaba mordiendo mi labio provocándome sangre –Ahí –Relamo mis labios notando ese sabor familiar en la punta de mi lengua.
Obedezco poniendo en cuatro patas en la cama como me indica. -¿Así? –escucho sus jadeos seguido del sonido de su mano mientras se masturbaba. Curiosamente me sentía excitado por lo desconocido que enseguida tuve una erección. Al cabo de unos minutos la lengua de Kai se deslizaba repetidas veces por el ojo de mi culo regalando un extraño placer que no había experimentando hasta ahora.
Jadeo por la manera en que su lengua se frotaba varias veces por mi agujero que a estas alturas estaba humedecido de la saliva de Kai. La polla me latía noté un especie de calor que me invade por unos segundos. Entonces sin esperarlo me embiste de una sola vez; al principio sentí un fuerte empujo seguido de un dolor intenso que se fue disipando poco a poco para ser reemplazado por un intenso placer. Sus golpes son enérgicos, me aferraba con tal fuerza de las sabanas luchando con los golpes, moviéndome al mismo tiempo para dejarme follar por detrás. Era mi primera vez, la primera vez que hacía algo así.
Las lágrimas me escurren por las mejillas. Cierro los ojos me dejo llevar por el placer que su pene me estaba proporcionado. El ambiente se mezcla con ese peculiar olor familiar de sexo, sangre, de fluidos que me enloquecía olerlo. Los muelles de la cama rechinaban al mismo tiempo en que nuestros gemidos resonaban en la habitación. Gemidos placenteros que aumentaba más conforme las embestidas de Kai se hacía intensas –Ah! esto…-apenas puedo hablar, solo gemir, retorcerme de placer por cada estocada por cada movimiento de mete saca incesante de mi pareja –son cosas de adultos –tragué saliva, apretando los dientes dejándome arrastrar dejándome hacer, estaba al merced de un placer delicioso.
Pronto me muevo de forma brusca, queriendo más, más, de lo que me estaba dando; el sudor escurría por mi frente mis brazos se tensaba, mi polla golpeaba al compás de la brusquedad que ejercía mi amante sudoroso, quien aferrado a mis caderas continuando dándole placer. –Oh!, más, más –Humedezco mis labios y llevo mi mano hacía atrás para agarrarle el culo. Arqueo mi espalda que apoyo sobre su pecho, me doblo por el placer que recibía que no podía soportar por mucho más tiempo, podía sentirlo, esa sensación familiar de antes que había experimentando cuando me vine por vez primera.
Post Libre
por Kai Anderson Vie Jul 19, 2019 11:43 pm
Tras algunos minutos de dedicarme a chupar su agujero quedo plenamente satisfecho, solo entonces me aparto, mis labios chorreando saliva hasta el mentón que igual tenia embarrado. Con la mano abierta doy una fuerte nalgada que resuena en la habitación, tenía la intención original de llevármelo con calma, quería ir despacio por ser su primera vez pero al final no resistí el impulso de enterrarme de un empujón en su virginal agujero, comenzando desde un principio con enérgicas embestidas que solo suben en intensidad pasados los segundos, pronto solo se puede escuchar el constante golpeteo de nuestras pieles, el chapoteo húmedo provocado por mi verga entrando y saliendo junto con mis pelotas que se aplastan cada vez entre sus piernas, salpicando gotitas de fluidos que ya bañan sus nalgas.
Una sonrisa de desquiciado se plasma en mi rostro a la par que afianzo mas mi agarre en la estrecha cadera, mis dedos aprietan con fuerza dejando marcas en la tersa piel de ese angel que estaba corrompiendo, entrenándolo en el mundo de los placeres de la carne.- Aun no te corras Michael.- mi voz ronca apenas puede escucharse debido a todos los gemidos y golpes. Al principio pensé que tal vez le asustaría si desde el comienzo era tan brusco, pero ahora me queda claro cuanto lo disfruta, al igual que Tate parece que mi joven amante es toda una perra cachonda.
Tal vez con demasiada brusquedad tomo un puñado de su rubio cabello y tiro de él, obligándolo a arquearse, pegar lo más posible su espalda a mi sudoroso pecho, mejilla contra mejilla, mi aliento choca en su piel al decidir sacar la lengua y pasarla por su piel caliente, degustando el particular sabor del sudor que ya le impregnaba.- Quiero hacerte disfrutar más.- solo por unos segundos en que prefiero abrazar contra mí el tembloroso cuerpo es que detengo los movimientos de mi pelvis, mi polla continua palpitando dentro de su ojete mientras que yo me ocupo de repartir besos y mordiscos por su oreja a sabiendas que esa estimulación igual lo enloquecería; estando tan sensible como sin duda se encuentra ahora no me sorprendería que de un momento a otro acabara eyaculando pese a mi orden.- ahora te mostrare otra posición que solemos usar los adultos.- No quisiera tener que salirme pero para lo que me propongo es necesario; de mala gana no me queda de otra que sacar sin mucho cuidado mi polla de su culo, al instante aprovecho para empujarlo, forzarle a que se acostara boca arriba así luego poder subir sus piernas sobre mis hombros.
La sola imagen que me ofrece es lo suficientemente caliente como para hacerme acabar, toda su cara enrojecida, salpicada por gotitas de sudor, además de esa expresión de placer plasmada en su rostro, parece tener escrito “follame” en todo su cuerpo.- de esta forma podremos vernos mientras nos unimos.- sin mucho problema vuelvo a penetrarle, un ronco jadeo abandona mi garganta por el placer de encontrarme de nuevo en su cálido canal.- Solo te veo a ti, y tú solo me ves a mi.- ardo en deseos por retomar el ritmo frenético de antes, pero aun no, ahora me interesa más reforzar la conexión que ya nos une, hacerle ver que sin importar que pase ahora nuestras vidas están unidas por la eternidad.- eres mi niño pequeño… el dulce bebé de papá.- al final debo empezar a moverme, lentamente me deslizo hacia afuera algunos centímetros antes de ensartarme nuevamente, chocando mis huevos en sus tersas nalgas, su polla queda aplastada entre ambos, restregándose con cada movimiento contra mi vientre plano y el suyo.- ahh deja que papá te escuche gemir.- conforme pasan los segundos igual mi ritmo va a aumentando, poco tardamos en recuperar el mismo ritmo desesperado de hace unos minutos, si nuestros gemidos aún no se escuchan en todo el lugar es solo porque yo me ocupo de callarlos con mi boca que no deja de besar la suya, de empujar la lengua con la exploro toda su cavidad, recorriendo dientes e incitando a que igual se uniera a esta danza candente, húmeda donde compartíamos saliva.
Una sonrisa de desquiciado se plasma en mi rostro a la par que afianzo mas mi agarre en la estrecha cadera, mis dedos aprietan con fuerza dejando marcas en la tersa piel de ese angel que estaba corrompiendo, entrenándolo en el mundo de los placeres de la carne.- Aun no te corras Michael.- mi voz ronca apenas puede escucharse debido a todos los gemidos y golpes. Al principio pensé que tal vez le asustaría si desde el comienzo era tan brusco, pero ahora me queda claro cuanto lo disfruta, al igual que Tate parece que mi joven amante es toda una perra cachonda.
Tal vez con demasiada brusquedad tomo un puñado de su rubio cabello y tiro de él, obligándolo a arquearse, pegar lo más posible su espalda a mi sudoroso pecho, mejilla contra mejilla, mi aliento choca en su piel al decidir sacar la lengua y pasarla por su piel caliente, degustando el particular sabor del sudor que ya le impregnaba.- Quiero hacerte disfrutar más.- solo por unos segundos en que prefiero abrazar contra mí el tembloroso cuerpo es que detengo los movimientos de mi pelvis, mi polla continua palpitando dentro de su ojete mientras que yo me ocupo de repartir besos y mordiscos por su oreja a sabiendas que esa estimulación igual lo enloquecería; estando tan sensible como sin duda se encuentra ahora no me sorprendería que de un momento a otro acabara eyaculando pese a mi orden.- ahora te mostrare otra posición que solemos usar los adultos.- No quisiera tener que salirme pero para lo que me propongo es necesario; de mala gana no me queda de otra que sacar sin mucho cuidado mi polla de su culo, al instante aprovecho para empujarlo, forzarle a que se acostara boca arriba así luego poder subir sus piernas sobre mis hombros.
La sola imagen que me ofrece es lo suficientemente caliente como para hacerme acabar, toda su cara enrojecida, salpicada por gotitas de sudor, además de esa expresión de placer plasmada en su rostro, parece tener escrito “follame” en todo su cuerpo.- de esta forma podremos vernos mientras nos unimos.- sin mucho problema vuelvo a penetrarle, un ronco jadeo abandona mi garganta por el placer de encontrarme de nuevo en su cálido canal.- Solo te veo a ti, y tú solo me ves a mi.- ardo en deseos por retomar el ritmo frenético de antes, pero aun no, ahora me interesa más reforzar la conexión que ya nos une, hacerle ver que sin importar que pase ahora nuestras vidas están unidas por la eternidad.- eres mi niño pequeño… el dulce bebé de papá.- al final debo empezar a moverme, lentamente me deslizo hacia afuera algunos centímetros antes de ensartarme nuevamente, chocando mis huevos en sus tersas nalgas, su polla queda aplastada entre ambos, restregándose con cada movimiento contra mi vientre plano y el suyo.- ahh deja que papá te escuche gemir.- conforme pasan los segundos igual mi ritmo va a aumentando, poco tardamos en recuperar el mismo ritmo desesperado de hace unos minutos, si nuestros gemidos aún no se escuchan en todo el lugar es solo porque yo me ocupo de callarlos con mi boca que no deja de besar la suya, de empujar la lengua con la exploro toda su cavidad, recorriendo dientes e incitando a que igual se uniera a esta danza candente, húmeda donde compartíamos saliva.
Kai Anderson
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Humanos
por Michael Langdon Dom Sep 08, 2019 6:52 pm
Canto demoníaco|| 14 Miércoles 2019, 1:00 PM
La dureza con la que me penetraba y su forma de agarrarme el cabello obligándome a arquear mi espalda, logra que finalmente me libere por completo, dejándome llevar por esa corriente de placer. Cerré poco a poco los ojos; a punto estaba de abandonarme totalmente, pero justamente me obliga a cambiar de posición saliiéndose de mi interior de manera brusca.
No sabía bien que hacer en ese momento. Cuando se echa encima de mí y me obliga a que levantara las piernas las colocara encima de sus hombros que resbalan por sudor que desprendía su cuerpo. Con fuerzo logré hacer lo que me había indicado, aferrándome a sus brazos para impulsarme, y seguir el ritmo que hasta ahora era abrumador.
Esbocé una sonrisa cuando vuelve a penetrarme de una sola embestida, echando todo su cuerpo encima del mío, y mirándome fijamente a los ojos. Un ronco gemido se escapa de mi garganta; pronto, comienza a acelerar el ritmo de antes con el que me estaba follando minutos antes. En un intento desesperado por seguir, me aferro a sus brazos con fuerza, mientras el continuaba entrando y saliendo sin dejar de mencionar lo mucho que deseaba escuchar gemir. Los gemidos llenaban la habitación, junto los muelles de la cama que rechinaba por cada movimiento de Kai, que más se acercaba al momento de clímax que había prolongado demasiado -¡Ahh! –Estiro el cuello noto que estaba a punto –No puedo. – Al fin me vino con fuerza. Solté toda la carga encima de mi propio estomago; respiraba con dificultad mirando a Kai, quien posiblemente se enojaría pero no podía aguantar demasiado, no, a ese ritmo era imposible. Coloco su mano sobre su húmeda mejilla y lo atraje hacía a mí para besar sus labios lentamente.
Post Libre
por Kai Anderson Jue Sep 12, 2019 7:47 am
Si acaso pasaron un par de minutos antes de sentir la entrada de mi joven amante contraerse, presionar mi verga que no deja de entrar y salir con ese salvajismo que tanto disfruto. Se bien que está a punto y siendo esta su primera vez no puedo reprochárselo, aunque eso no me impide tratar de llegar más profundo, muevo la pelvis procurando golpear con mi glande más de su interior que a estas alturas estaría todo impregnado de mi pre seminal. Abandonado al placer cierro los ojos, arqueo la espalda manteniendo la boca abierta por la que se escapa un gemido animal, ronco y potente que hace eco en la habitación, mezclándose con el constante chapoteo de nuestros cuerpos asi como el rechinar de la cama ante tanta actividad.
Era tal el calor que nos consumía que no puedo seguir conteniéndome, ya había postergado demasiado el clímax, procurando aguantar todo lo posible con tal de darle a Michael el mayor placer pero finalmente acaba por superarme cuando los músculos se me engarrotan, potentes descargas me recorren desde la nuca hasta la punta de los dedos haciéndome convulsionar al momento de liberar mi esperma a chorros dentro de su agujero. Saliva me escurre por la boca abierta de la que escapa un último gemido con el que se me acaba el aliento; parezco un corredor que acaba de montarse el maratón de su vida.
Aun me encontraba tembloroso cuando el joven reclama por mis labios por lo que no consigo corresponderle como es debido, apenas soy capaz siquiera de ordenarle a mis extremidades que no se derrumben y no aplastarlo bajo mi peso.
Para ser tu primera vez.- comienzo a hablar sintiendo la garganta irritada, me obligo a tragar un poco de saliva esperando que con ello ya vuelva a la normalidad.- no puedes quejarte de haber tenido un mal maestro.- con todo lo agotado que estaba le dedico una sonrisa torcida; mi polla en su culo justo acaba de ponerse flácida y deslizarse fuera.- Este acto nos une más que cualquier otra cosa, a partir de ahora tu eres mío y yo soy tuyo.- al echarme a su lado poco tardo en atraerlo hacia mí, rodeándolo con los brazos de modo protector, mi boca contra su frente mientras que con una mano acaricio lentamente su sedosa cabellera dorada.- mi dulce niño, me haces sentir orgulloso de haber tomado tu virginidad. - a pesar de estar ambos empapados de sudor no deseo tener que levantarnos para tomar otra ducha, eso puede esperar a la mañana.- tu padre es igual de perfecto que tú, cuando encuentre la forma de liberarlo de esa casa podremos vivir los tres juntos, lograremos grandes cosas, la vida será perfecta.- durante unos segundos presiona la nariz sobre su cabello, me deleito inspirando su propio aroma mezclado con el sudor.- pero ahora debes dormir, ambos necesitamos descansar pues mañana nos esperan grandes cosas.
Era tal el calor que nos consumía que no puedo seguir conteniéndome, ya había postergado demasiado el clímax, procurando aguantar todo lo posible con tal de darle a Michael el mayor placer pero finalmente acaba por superarme cuando los músculos se me engarrotan, potentes descargas me recorren desde la nuca hasta la punta de los dedos haciéndome convulsionar al momento de liberar mi esperma a chorros dentro de su agujero. Saliva me escurre por la boca abierta de la que escapa un último gemido con el que se me acaba el aliento; parezco un corredor que acaba de montarse el maratón de su vida.
Aun me encontraba tembloroso cuando el joven reclama por mis labios por lo que no consigo corresponderle como es debido, apenas soy capaz siquiera de ordenarle a mis extremidades que no se derrumben y no aplastarlo bajo mi peso.
Para ser tu primera vez.- comienzo a hablar sintiendo la garganta irritada, me obligo a tragar un poco de saliva esperando que con ello ya vuelva a la normalidad.- no puedes quejarte de haber tenido un mal maestro.- con todo lo agotado que estaba le dedico una sonrisa torcida; mi polla en su culo justo acaba de ponerse flácida y deslizarse fuera.- Este acto nos une más que cualquier otra cosa, a partir de ahora tu eres mío y yo soy tuyo.- al echarme a su lado poco tardo en atraerlo hacia mí, rodeándolo con los brazos de modo protector, mi boca contra su frente mientras que con una mano acaricio lentamente su sedosa cabellera dorada.- mi dulce niño, me haces sentir orgulloso de haber tomado tu virginidad. - a pesar de estar ambos empapados de sudor no deseo tener que levantarnos para tomar otra ducha, eso puede esperar a la mañana.- tu padre es igual de perfecto que tú, cuando encuentre la forma de liberarlo de esa casa podremos vivir los tres juntos, lograremos grandes cosas, la vida será perfecta.- durante unos segundos presiona la nariz sobre su cabello, me deleito inspirando su propio aroma mezclado con el sudor.- pero ahora debes dormir, ambos necesitamos descansar pues mañana nos esperan grandes cosas.
Kai Anderson
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