El hotel de la muerte|| James P. March ||+18

Fecha de inscripción : 03/10/2018

Recuerdo del primer mensaje :

Cuando las cosas se volvían pesadas, agotadoras sería mejor decir, siempre es agradable poder tomarse un tiempo libre, relajado y al margen de todos los grandes proyectos que de momento ocupaban mi mente. Tenía grandes ideas y la determinación suficiente para llevarlas a cabo, pero últimamente de igual forma me había sentido, principalmente por todas las zorras que me rodeaban, debería considerar seriamente hacer un grupo solo de hombres. Entre vergas siempre hay comprensión y armonía, pero cuando entra un coño chorreante queriendo hacerse el muy genial todo se descontrola, las putas hormonas las vuelven locas y dejan como si tuvieran el cerebro seco.

Estaba cansado, más porque una de las mujeres que me agobiaba era mi jodida terapeuta, y aun cuando sus palabras de aliento en un principio me motivaron ahora solo las sentía sofocante. Necesitaba tomar un descanso de toda esa mierda, así que aquí me encontraba, en un jodido hotel que lucía como si se fuera a derrumbar de un momento a otro, maldita aplicación para buscar hoteles, ya lo sabía yo, nunca hay que confiar en estas mierdas, fui engañado por el jodido sistema.

Por lo menos en el interior no lucia tan mal, si parecía atrasado como un siglo pero hasta eso tenía cierto encanto, era bastante espacioso sin duda. Al estar frente a la recepción toco la campanilla un par de veces, al poco tiempo sale una vieja para atenderme, lucia de pocos amigos. Pues que bien, porque a mí no me gustaba hacer amistad con viejas zorras.- Quiero una habitación, será por varios días.- la mujer me dedica una mirada escéptica, seguro era una de esos vejestorios que se pensaban que por ser uno joven no tenía para pagar. Suspirando cansino saco mi billetera y dejo un par de verdes sobre el mostrador. “La 64 esta disponible, las otras están siendo renovadas” Solo faltaba que un hotel tan viejo como este no fuera renovado.

Formo una ligera mueca alzando las cejas, luego tomo la llave que me pasa, el llavero era enorme y ostentoso.-Puedo llegar solo gracias, ah y no ocupo que me ayuden con las maletas, solo traigo esto.- hago una señal alzando un poco mi mochila y maleta pues ya miraba aproximarse otro hombre afeminado, seguro seria el botones, y yo pasaba de darle propina a viejos inútiles. Por sus caras me imagino que eso les molestaría pero no me importa, en cambio me encamino por las escaleras, así podría ver los señalamientos en los pasillos y saber por dónde debía de ir. Con forme más avanzaba me daba la impresión de que todos los inquilinos deberían estar locos, seguro que lo estaba. Gritos y gemidos salían de algunas puertas, desde otras el inconfundible sonido de golpes, de piel cediendo ante una buena sesión de sado. Joder, con menudos vecinos tendré que convivir.

Luego de un rato al fin consigo dar con mi habitación, un enorme 64 en el centro de la puerta, lucia mucho mejor que todas las anteriores.- hogar dulce hogar.- sonriente meto la llave y giro el pomo; al entrar compruebo que ciertamente era más grande de lo que me esperaba, debía ser alguna clase de suite o algo por el estilo.

Cierro tras de mi la puerta, tiro mi maleta sobre una pequeña mesa de centro y luego voy directo a la cama donde me lanzo cual largo soy. Bastante aceptable el lugar, la cama era cómoda y eso era un punto a favor. Me estaba quedando dormido cuando algo, tal vez un pequeño ruido, me despierta y hace que me enderece como un resorte. Allí, en el centro de la habitación, junto a la mesilla donde deje mis cosas estaba parado un hombre vistiendo una impecable camisa blanda y un pantalón con jodidos tirantes. ¿Enserio? Con esas pintas parecía un jodido hípster de mierda.- Eh tío disculpa pero esta habitación ya está ocupada.- Bostezo cubriendo mi boca, ya sentado en la orilla de la cama.- como rayos entraste aquí? Esto es un grave problema de seguridad del hotel.

Fecha de inscripción : 26/08/2017

EL HOTEL DE LA MUERTE

HOTEL CORTEZ — Kai Anderson

James se regodeada tras rememorar aquellos días en los que inicio su masacre en el hotel, en donde no le importaba acabar con algún que otro arquitecto que se quejaba de su salario, o alguna que otra víctima que no esperaba encontrar la muerte en ese lugar.

Aquellos eran tiempos mejores que los que estaban viviendo últimamente, tan tediosos que creía que acabaría por olvidar su verdadero propósito en este lugar, encontrar a alguien que le hiciera sentir vivo de nuevo. Kai era esa persona que necesitaba en su vida.
Sin embargo, parecía que el joven conservaba piedras suficientes para hundirse en el río sin necesidad de que nadie le ayudara a desprenderse de ellas. A pesar de ello, de estar molesto por su comportamiento. Decidió visitarle asi volver hacerle ver lo en que verdad necesitaba en su vida, alguien que lo entendiera le diera lo que carecía, amor.

Como era un fantasma no tardó demasiado en hacerse presente en la habitación para intentar convencer al joven de que no cometiera un grave error. –Sé que soy la última persona a la que deseas ver en este instante. Pero te seré sincero señorito Anderson –exhala un profundo suspiro se acerca al carro de bebidas para servirse una copa –Estoy decepcionado. Me has roto el corazón, y eso nadie lo había hecho desde que mi esposa me fue infiel.

He de decir que extrañaba esa sensación de vacío que te deja cuando algo no sale como esperabas que saliera. Podría matarte, si, pero no lograría nada. Excepto a otro fantasma más con dudas existenciales sobre la vida o la muerte. Tú en cambio eres diferente Kai. Desprendes un aura oscura definida.

Eres alguien que necesita desprenderse de las piedras que carga toda su vida para liberarse finalmente de su miedo. Yo te ofrezco eso – -se bebe la copa de un solo trago la deja encima de la mesa para luego acercarse hasta donde se encontraba Kai.

Finalmente decidió sentarse en la orilla de la cama para colocar su mano sobre el lugar vacío –ven, siéntate a mi lado. Kai –Aguarda un momento de silencio para continuar hablando con el joven –Tú has sufrido toda tu vida debido a las malas decisiones de tus padres. Créeme mi padre no era un gran ejemplo a seguir. He conocido a muchas personas que se han perdido durante su camino. Yo logre guiarlos a darles lo que carecían, les ayude a ser mejores en su trabajo a desprenderse de sus miedos e inseguridades.

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Fecha de inscripción : 03/10/2018

¡PUTA MIERDA! ¿Qué no se puede conseguir nada de intimidad en este jodido hotel?.- exclamo hastiado levantándome de un salto de la cama, aun desnudo, cuando el dueño se hace presente, apareciendo como si nada y sirviéndose una copa de champagne como si esta no fuera la maldita habitación por la que yo pague.- No quiero verte maldición, tu fuiste un jodido hijo de puta conmigo, me humillaste cuando creí que podía confiar en ti así que ahora no quiero escuchar ninguna de tus sandeces.- mis palabras parecían no tener la más mínima importancia lo cual solo conseguía enfurecerme más, me hacía sentir impotente por no poder hacer nada para reventarle la boca y así me dejara de una puta vez.- no hables como si me conocieras, no tienes ni la mas puta idea de quién soy yo.- la mandibula me tiembla debido a la fuerza que hago con ella.- si quieres matarme hazlo de una vez, pero ya deja de soltar toda esa basura sin sentido.

Era como un animal enjaulado en esa habitación, mi incapacidad de desaserme de ese fantasma solo me volvía más miserable, ansiaba largarme pero la sospecha de que finalmente esa no será una solución me hace desistir y al final solo permanecer parado en medio de la estancia, contemplándolo como recelo mientras que él se encontraba sentado en mi cama de esa forma tan confiada que me exasperaba.- crees que puedes darme lo que necesito? Por favor, eres un maldito fantasma, no trates de engañarme con palabras bonitas, a ti no te importo una mierda yo, solo quieres usarme para aumentar tu ego, para andarte regodeando de lo que lograste conmigo como… como si solo fuera un maldito trofeo.- tomo una gran bocanada de aire de forma entrecortada, luego me esfuerzo por mantenerla pero la furia, la desesperación, todas esas emociones que me consumen más a cada segundo me hacen imposible poder lidiar con esto.

No tengo razón alguna para confiar en ti porque hasta ahora no has hecho más que tratar de mostrarme una máscara de… de comprensión y toda esa basura cuando realmente no es así.- siento algo húmedo escurrirme por la mejilla que rápidamente me apresuro a limpiar, avergonzado giro el rostro, con ambas manos me restriego la cara, presiono sobre mis ojos hasta sentir dolor, recriminándome mentalmente por estar mostrándome de esta forma. Si nunca hubiera abierto mis barreras, si no hubiera bajado la guardia en primer lugar nada de esto me estaría pasando, no estaría quedando como un completo imbécil delante de un fantasma.- No puedo confiar en nadie, todos me traicionaran si les doy la oportunidad, me apuñalaran por la espalda. Un maldito Judas será mi perdición estoy seguro.

Fecha de inscripción : 26/08/2017

EL HOTEL DE LA MUERTE

HOTEL CORTEZ — Kai Anderson

No seas absurdo señor Anderson. Mi intención no es matarte. –Respondió mirando fijamente al joven quien no dejaba de demostrar su mal temperamento, a cada segundo que pasaba en la habitación –Me siento fascinado por ti. A pesar de que ahora creas que solo soy un obstáculo en tu camino. –le confesó, sin dejar de escuchar las sandeces que salía de la boca de Kai. Quien se sentía indefenso, no solo eso, estaba a punto de quebrarse y James lo sabía, por esa razón estaba allí para brindarle su mano.

Se levanta al ver como el otro había empezado a llorar. Ahora parecía un joven indefenso que había perdido toda la esperanza. James lo abraza tiernamente acariciando su cabeza, y se separo sosteniendo su rostro entre sus manos para luego sacar su pañuelo y secarle las lágrimas con mucho esmero. –Lo que menos deseo es verte así Kaí. Sé que piensas que no tengo sentimientos, pero los tengo, que me cueste poder expresarlos como otra persona eso es indudable. Pero siento por ti una gran admiración.

No veo solo a alguien capaz de satisfacerme de darme lo que anhelo. Escucha, puedes irte si quieres, no te lo impediré. Pero al menos darme una noche en la que pueda compensarte, y así te haga cambiar de opinión, una noche es más que suficientemente. Ven, siéntate a mi lado –Le hace que se sienta en la cama para acariciarle el cabello suavemente, aparta los mechones que caían sobre el rostro del joven Kai. –Puedes acostar tu cabeza en mi regazo. –Le da un beso en la frente le acaricia la nuca suavemente para incitarle a que se acostara en sus piernas. -¿Estas mejor?

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Fecha de inscripción : 03/10/2018

En un principio trato de resistirme a su cercanía pero acabo por ceder. Me sentía débil, totalmente desvalido de modo que cuando James me rodea con sus brazos no puedo más que romper a llorar aún más fuerte, mis manos se aferran con fuerza a la tela de su elegante traje mientras que el no hacía más que tratar de consolarme, de decirme palabras dulces mientras que repartía algunas caricias por mi espalda y cabello.- Estoy cansado de ser tratado como una mierda, no quiero seguir recibiendo esas humillaciones.- sollozo fuerte formando un puchero, mi cuerpo tiembla debido a los espasmos provocados por el llanto y mi respiración está bastante agitada. No dejo de proferir vergonzosos gimoteos pues a cada momento en que pensaba que podía controlarme las palabras de James conseguían volver a hacerme llorar porque nadie me había tratado de esta forma antes; incluso Tate que era con quien más confianza sentía en el último tiempo jamás llegue a experimentar este sentimiento.

Dócilmente dejo que me guie hasta la cama donde tomo asiento, de a poco parecía que iba calmándome, ahora solo algunas lágrimas escurrían y podía respirar mucho más lento.- Me quedare en el hotel.- al hablar mi voz suena ronca, quebrada por el lamentable estado en que me encuentro.

No le respondo pues siento que de hacerlo mi voz se volverá a cortar, en lugar de eso solo asiento con la cabeza justo antes de que me recueste apoyando la cabeza sobre sus piernas y rodeando su cintura con mis brazos, me sujeto a él como si de un salvavidas se tratara y yo estuviera perdido en las profundidades de un océano.- no quería ofenderte.- hablo de pronto, el sonido sale sofocado pues tenía el rostro casi enterrado en sus piernas.- cuando tuve una erección no quería ofenderte, no pensé que te enojarías de ese modo.- nuevamente mi barbilla comienza a temblar a la par que se forma un nudo en mi garganta. A este paso me echaría a llorar de nuevo pero joder que no quiero eso, odio sentirme tan débil e indefenso, odio esta forma en que me estoy mostrando con la que solo consigo causar lastima.

Aprieto aún más el agarre que tenía sobre el fantasma temiendo que con solo recordar ese incidente quiera volver a agredirme, ya sea golpeándome o insultando mi forma de comportarme.

Fecha de inscripción : 26/08/2017

EL HOTEL DE LA MUERTE

HOTEL CORTEZ — Kai Anderson

March esbozó una amplia sonrisa cuando el joven adolescente de cabello enmarañado se aferraba con fuerza a su cuerpo. Como si pudiera arrastrarlo de su incertidumbre, de esa oscuridad de indiferencia en el que se había aferrado con fuerza. –No me ofendes. –Le aclaró acariciando su cabello suavemente para calmar al joven, mientras este sentía la imperiosa necesidad de poder expresar por medio de palabras lo que sentía realmente, después de darse cuenta de que su comportamiento inapropiado.

James, soltó una carcajada ante las sinceras palabras del otro. –Ah, sí..! Déjame decirte que no estoy molesto. En absoluto, sé que sientes una profunda necesidad de expresar tus emociones por medio del sexo. Una parte de ella, al menos. –Le sostiene el rostro mirándole fijamente a los ojos con una sonrisa en los labios. –No debes dejar que eso te afecte jovencito. Tú eres un diamante en bruto que necesita pulirse. Yo haré de ti un hombre. –Bajó la mirada para luego sacar su pañuelo del bolsillo y limpiar las lágrimas de los ojos de Kai, quien le observaba como si quisiera decirle algo más. –Nunca he estado antes con alguien de mi sexo.

Jamás, soy bastante consciente de que puedo fascinar a algunos hombres. En especial. –Pasa su mano por su cabello que intentaba peinarlo con los dedos. –En hombres de fuertes aspiraciones en la vida. A través de tu mirada puede verlo. –Apoya su mano en el muslo del chico y presiona suavemente sin apartar su mirada de la suya. Luego le planta un beso en los labios sin pensarlo dos veces, para lentamente separarse mirarle a los ojos –Demuéstrame lo que sabes hacer con esa boca. –Pronto sus bocas se fundía en cada beso, como si quisiera saciar todos esos años en lo que había olvidado que era sentir, la familiar sensación de cosquilleo en sus genitales.

Lamía sus labios, se dejaba seducir por el joven entusiasta que lo había cautivado desde el primer momento; arrastraba sus manos por la desnuda espalda de su amante que arañaba. March quería volver a dar placer, a recibir de la misma, quería fundirse con el cuerpo de Kai hacerle suyo, su protegido, su amante. Con la destreza que le caracterizaba, dio la vuelta a su amante colocándole en esa postura vulgar, para amasar las nalgas de Kai con ambas manos, le tenía donde quería exactamente. Separo estas para meter su lengua para gozar de los roncos gemidos de su amante. Chupo el ojo de su culo varias veces hasta tenerlo dilatado lo suficiente, con la saliva escurriéndole en el agujero abierto de su culo en pompa; embistió sus dedos en el interior.

En cuestión de un minuto había logrado que Kai se retorciera de placer, y experimentara el verdadero deleite de un verdadero maestro del sexo. Su lengua se arrastra, seguido de sus dedos profundizando más, más hasta que su próstata era estimulada de tal manera que enloquecería a cualquiera. Entonces se desabrocho el pantalón desesperado, ansioso, y empezó a embestirle desde atrás agarrando a su amante con tan fuerza que solo podía dejarse arrastrar por las embestidas. Gruñía como un animal, uno, que había sido encarcelado en ese infierno y no había experimentando del verdadero placer hasta ahora; agarró un puñado del cabello de kai le obligó arquear su espalda, sin dejar de follárselo, de darle el placer que tanto necesitaba.

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Fecha de inscripción : 03/10/2018

Pero tú me golpeaste.- vuelvo a formar un puchero al hablar, mi voz tiembla, se corta un poco ante un nuevo ataque de lágrimas que me obliga a abrazarle más fuerte pese que March hacia justamente lo contrario, forzándome a alzar el rostro solo para que pudiera limpiar mis mejillas con un pañuelo muy al estilo del siglo pasado. No sé a qué está jugando pero no me gusta, porque sé que nuevamente he caído en sus palabras, esas que me atrapan y hacen sentir que puedo confiar en este hombre cuando posiblemente al final no sea verdad.

De forma visible me estremezco cuando coloca su mano sobre mi pierna, continuo mirándole atentamente, aguardando a lo siguiente que hará aunque no por eso me esperaba que de pronto se lanzara a besarme, devorando mi boca de forma bastante intensa a la que de momento no puedo responder, solo permanezco inmóvil, parpadeando atónito cuando se aparta por algunos segundos antes de volver al ataque. En esta ocasión nuevamente tardo un poco pero finalmente soy capaz de responderle, de seguir la intensidad de sus besos que se vuelven más intensos cada vez, mete su lengua profundo en mi boca, la mueve acariciándome los dientes, entrelazándola con la mía consiguiendo de ese modo arrancarme el aliento y que mi polla de un salto ya con algunas gotitas de preseminal escurriendo en un hilillo transparente.- Ahh.- me aferro con fuerza a sus hombros, mis dedos tiran de la tela de su elegante traje que ahora mismo lo sentía demasiado molesto. James no tarda en conseguir volver a calentarme, aun cuando seguía teniendo algo de miedo por una reacción violenta suya no consigo seguir reprimiéndome, mi polla palpita y los huevos se me hinchan, siento ese típico huevo en la parte baja del estómago mientras que March no dejaba de pasar sus manos por mi desnuda piel, llenarme la boca y el rostro de besos.

Deseaba poder también hacer algo pero parece que el fantasma no me lo permite pues casi sin darme cuenta se las arregla para hacerme girar boca abajo en la cama, tan pronto puedo reaccionar me apoyo en brazos y rodillas quedando como una perra ofrecida, el culo alzado y las piernas separadas. Un ronco gemido queda atorado en mi garganta cuando siento esa lengua tibia deslizarse por mi canal, debía reconocer que March era un jodido experto en esto de usar la boca para brindar placer a otro porque en nada de tiempo ya me tenía gimiendo como una zorra, retorciéndome sin dejar de empujar el culo contra él, moviéndolo en círculos porque deseaba más, quería que me abriera, me perforara tan duro y profundo que mi puto agujero quedara roto.

Lloriqueo contra la almohada que ya estaba llena de mi sudor y saliva, sentía el ojete palpitar por toda la estimulación que me llevaba al cielo pero no era suficiente, porque esos dedos no podia darme todo lo que yo deseaba.- Mierda James follame.- gruño teniendo los dientes apretados, mis manos tiran de las mantas porque me desesperaba no poder hacer nada mas para satisfacerme; afortunadamente no pasa mucho cuando toda actividad en mi trasero se detiene solo para que segundos después sienta la gorda cabeza de su polla empujarse de una sola vez, penetrándome sin pizca de compasión como una bestia salvaje reclamando a su hembra.- ¡AHHH.- Algunas lagrimas se me escapan y de mi boca abierta chorrea abundante saliva, hacia demasiado que nadie me penetraba, yo no dejaba que nadie lo hiciera, no desde hace mucho que un hombre mayor me desvirgo por algunas drogas, ahora el dueño del hotel me montaba como un poseso, un demonio del sexo salvaje que no paraba de macharme la próstata, empujar mis tripas con su verga que entra y sale.

El olor a sexo predomina en la pequeña habitación al igual que nuestros gemidos, los rechinidos de la vieja cama que no deja de golpetearse contra la pared. Arqueo la espalda hasta que mis hombros chocan contra su pecho donde se restriegan, la cabeza echada hacia atrás con la boca abierta. Deseaba besarla, volver a disfrutar de su lengua violándome la boca de modo que pudiéramos hacer más profunda esta unión, que James me reclamara por completo en cuerpo y alma hasta hacernos uno solo. Luego de un momento me tiro de su agarre para poder ponerme nuevamente en cuatro, las manos firmes sobre el colchón cuando me comienzo a empujar, trato desesperado de que los golpes se hagan mas fuertes aunque eso parece casi imposible, si con cada estocada hasta parece que las bolas se March me saldrán por la garganta pero no es suficiente, nada es suficiente cuando se trata de una buena verga y un agujero bien abierto.

Fecha de inscripción : 26/08/2017

EL HOTEL DE LA MUERTE

HOTEL CORTEZ — Kai Anderson

March, recorrió con una mano el vientre plano de su amante que se movía con cierta agresividad. De un impulso agarró la polla a Kai, y empezó a masturbar al mismo tiempo en que entraba y salía de su interior. Apretó su sudorosa mejilla contra la del líder que se quejaba con gruñidos; sabía que no era suficiente para él, anhelaba más, quería experimentarlo todo con ese joven cuya aspiración era ser algo más que un simple despojó de la sociedad. James veía en Anderson un gran potencial que no debía de ser despreciado de ninguna manera.

Continuó aumentando el ritmo de las embestidas cada vez más agresivas. Le agarra del cuello le sigue follando con fuerza, mientras este le faltaba la respiración, en ese momento aflojó el agarre para luego echarle en la cama. Apretó su cabeza contra la almohada, sin dejar de moverse de darle ese placer que tanto deseaba. Luego volvió a agarrar de su cabello tirando hacía atrás, le obligo a ladear el rostro para meter su lengua en su boca y gozar de los gemidos lastimeros de su amante, quien se quejaba por cada golpe que recibía.

Le dio la vuelta para quedarse frente a frente y retiro los mechones del cabello del otro, para lamer su mejilla con esa afecto que sentía hacía a su presencia; se masturbó frente a él acercando su polla a la boca de Kai para deslizar el glande duro por sus labios entreabiertos. –Hazlo como tú mejor sabes hacer. –retiró el cabello hacía a un lado para agarrarlo y no perder ningún detalle de la forma en su boca engulle su polla por completo. James esbozó una sonrisa de satisfacción; se deleitaba por la forma en que el joven agarraba su polla se tragaba hasta el fondo. Aprovechando la distracción se humedeció tres dedos y los metió dentro del culo de Kai para estimularlo. Sonrió al ver su reacción cuando este llegaba a tocar su próstata con tres dedos. Los saco para volver a meterlos de nuevo, repetidas veces, hasta que su culo se abriera mucho más. Se regodeó a ver hasta donde alcanzaba el joven.

Hasta donde era capaz de aguantar esta tortura placentera. Luego saco su polla de la boca para acostarse de lado, y agarro a su amante desde atrás para levantar la pierna y meter su polla de una sola embestida. Pronto comienza follárselo de forma salvaje sosteniendo la pierna en alto. Kai solo podía quejarse por la forma en que le estaba dando placer. Un placer, que hacía mucho que James no había experimentando en años. Lo vuelve a besar con lengua, se entretiene moviendo en la boca de su amante dejando que un hilo de saliva escurriera por su barbilla. Muerde suavemente su barbilla, gruñe como un animal le agarra del cabello otra vez tirando hacía atrás obligando a pegar más su espalda contra su pecho.

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Fecha de inscripción : 03/10/2018

La forma en que me estaba follando no se podía comparar a nada que hubiera experimentado con anterioridad, las ocasiones en que yo tenía sexo muchas veces eran salvajes, sobre todo con Tate y ese policía marica me llegaba a poner en extremo agresivo, con Samuels no tenía reparo alguno para tratarlo como a mi perra pero nunca me lo habían hecho a mí, ni siquiera las veces en que me llegue a dejar encular, esta era la primera ocasión en que alguien me dominaba por completo. March no duda en sujetarme, apretar su mano en mi cuello como queriendo quitarme la respiración; por segundos la vista se me pone borrosa y el frio invade mi cuerpo, creo que me voy a desmayar entre cada mete y saca pero justo entonces me libera, permitiéndome tomar una gran bocanada que me llena los pulmones y regresa la respiración a mi agitado pecho.- James.- lloriqueo teniendo la cabeza hundida en la almohada, de nuevo apenas soy capaz de respirar por algunos segundos hasta que vuelve a tirar de mi cabello, me obliga a arquearme y corresponder a sus demandantes besos.

Un gemido se atora en mi garganta cuando de forma repentina me obliga a girarme, quedar tendido boca arriba en la cama, la cara totalmente roja y el pecho sudoroso, agitado por la intensidad de la follada.- ahh.- trato de hablar pero siento la garganta seca, incluso un poco adolorida luego de tanto. Trago saliva justo cuando el fantasma comienza a restregar su polla por todo mi rostro, lo embarra con su semen que emana abundante llenando mis mejillas y labios de su esperma.- bien…- consigo susurrar segundos antes de que mi boca sea invadida por todos sus centímetros de carne, con todo me esfuerzo por darle la mejor mamada, succionando como si la vida me fuera en ellos, chupo con fuerza moviendo la cabeza de adelante hacia atrás permitiendo que literalmente me folle la boca hasta el fondo, su glande golpeándome la garganta y las duras pelotas aplastándose contra mi barbilla.- mhh ahh!.- tan concentrado estaba en darle placer que no me espero el sentir sus dedos penetrarme el ano de forma imprevista.

Abro los ojos desmesuradamente, mis gemidos son amortiguados por la verga que aún me llenaba la boca mientras que comienzo a retorcerme, abrir las piernas, empujar pelvis y caderas contra esos dígitos que me hacían sentir que moriría en cualquier momento por tanto placer que a la vez no alcanzaba a satisfacerme.- mahh ahhh James.- suelto un fuerte lloriqueo, mis ojos empapados de lágrimas y la boca chorreando de esperma cuando luego de lo que me parece una eternidad se aparta, aunque solo durante algunos segundos en los que se echa de lado en la cama y me obliga a colocarme contra él, alzando mi pierna y enterrándose de una sola vez en mi abierto agujero el cual no deja de follar de manera incansable, entrando y saliendo, chocando contra mi próstata en cada ocasión. Sonoros gemidos escapan de mi boca, mezclándose con los obscenos sonidos que ya inundan la habitación.

Con una mano me aferro fuerte a las sabanas mientras que la otra la echo hacia atrás, apretando el trasero de mi amante que sentía contraído, tensaba sus músculos para poder golpearme más fuerte cada vez.- Oh mierda.- gimoteo contra sus labios, a pesar del estado en que me encontraba me atrevo a darle una mordida lo bastante fuerte como para sentir el gusto a sangre invadir mi boca; aun cuando me estaban perforando el culo yo no me dejaba doblegar fácilmente, nunca lo haría, asi que sacando fuerzas de quien sabe dónde me empujo hasta lograr apartarme, mi cuerpo tembloroso y el culo abierto, con la respiración completamente agitada apenas puedo decir nada cuando ya me he echado nuevamente sobre James, esta vez soy yo quien sujeta sus muñecas, me coloco sentado sobre su pelvis, tenía la polla tan tiesa y yo estaba tan flojo que con nada de esfuerzo consigo empalarme, invadir mis intestinos de una sola vez para luego comenzar a cabalgarle con desespero. Aprieto con fuerza los dientes para conseguir acallar el gemido salvaje que lucha por salir de mi garganta, luego de eso apenas ocupo un par de segundos para comenzar a moverme, a botar sobre su polla, mis muslos chocando contra sus piernas y mis testículos aplastándose en su pelvis; en mi mente no hay más que el ferviente deseo por ser llenado, ser usado por James hasta que su lefada me salga por la puta nariz.

Fecha de inscripción : 26/08/2017

EL HOTEL DE LA MUERTE

HOTEL CORTEZ — Kai Anderson

A James le llenaba de satisfacción escuchar los gemidos placenteros de su amante, quien se aferraba con fuerza a las sabanas, mientras el otro lo embestía salvaje por detrás.

March acelera el ritmo con que le estaba penetrando, rodeando con ambas manos el cuello de kai; sin dejar de moverse, de impulsarse, mientras que el otro más se aferraba a las nalgas de su amante.
Kai gimotea contra sus labios este le mete la lengua, lo ahoga con su lengua, le llena de gozo saber que podría arrebatar su vida, sin quisiera, era dueño de su cuerpo, y de su alma también.

El joven logra morder tan fuerte el labio de su amante que le hace sangre. James con una mirada de sadismo se relame. Aprovechando la distracción del March se aparta para ponerse encima de él. –Uh, deduzco que te has cansado de ser sodomizado. –Soltó una carcajada acostándose en la cama. Kai, no tardó demasiado en sujetar las muñecas al fantasma que no paraba de sonreír de manera diabólica; observó la expresión de su amante de pura lujuria.

Sin poner ningún tipo resistencia deja que coloque sus manos detrás de la cabeza. Ve como de inmediato el otro le agarra la polla y ,se siente encima, para meterla de una sola vez por el culo.
Sin apartar la mirada ve como su amante comienza a cabalgar de forma salvaje, sin pudor alguno de mostrarse lo más vulgar posible. El otro mueve las caderas en contra para meterla y sacarla con ímpetu; comienza el ritmo abrumador de ambos moviéndose como animales salvajes.

Cubiertos de sudor, que se mezclaba por cada rozamiento de sus cuerpos. March estira su cuello vuelve a embestir con brusquedad, una y otra vez, una y otra vez, hasta que su cuerpo comienza a convulsionarse a soltar toda la carga dentro de los intestinos de Kai.

Un sonoro gemido de satisfacción escapa de la garganta de James cuando al fin se había corrido dentro del culo de Anderson. –Mm. ¿Quieres correrte en mi pecho? –se suelta del agarre de su amante, y desliza sus manos por el pecho marcado del líder, quien respiraba agitado por el esfuerzo. Lame lentamente su pecho, recoge el sudor con su lengua. Luego rodea con su mano la polla, y comienza masturbar con suaves movimientos, sin prisas tomándose todo el tiempo del mundo.

El semen de James escurre por el culo de Kai que continúa abierto después de la follada; espera a que él también se corriera. La mano de este se desliza por todo el tronco venoso del otro, a punto de explotar de un momento a otro. Les estruja suavemente el glande. Carraspeo y suelta dejando caer la saliva en la cabeza de la polla del joven. Acelera el ritmo con su mano sabe que estaba a punto, que se vendría de un momento a otro, le mira a los ojos, espera, sigue esperando a que su amante eyaculara.

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Fecha de inscripción : 03/10/2018

Me sorprende en gran medida que ni bien había pasado un poco de tiempo cuando el fantasma de todos los indicios de estar cerca de orgasmo, y así es, porque solo debo seguir empujando las caderas un poco más cuando un abundante chorro de líquido espeso me baña por dentro, invadiéndome con ese peculiar calor que no sentía desde hace mucho, uno que es como fuego esparciéndose por mis intestinos, concentrándose en el estómago.- ¡Ahh!.- tembloroso debo quedarme quieto por algunos segundos pues mis músculos no responden a mis órdenes, gimoteando no puedo más que quedarme estático, tembloroso aun empalado con su pedazo de carne que seguía dura aunque no pasaría mucho para que se pusiera toda blanda luego de haber eyaculado.

Quiero en tu boca.- confieso con la voz ronca, casi lloriqueando por lo próximo que estaba a mi propio orgasmo pero que aún no conseguía alcanzar. Gimoteo de frustración porque James no se mueve, lo único que hace es liberar sus manos y comenzar a masturbarme, bombear mi polla con lentos movimientos que no me daban ni la mínima parte de todo el placer que necesitaba.- ahhh.- pese a todo no puedo evitar estremecerme, cierro los ojos gimoteando, resignado a que tendría que correrme de esta forma por lo que no me queda de otra que volver a empujarme, aprovechando que su polla aún estaba medio dura en mi culo comienzo a formar círculos con mi culo, medio cabalgándole pero con menos intensidad pues no podía dejar que su verga se saliera o no conseguiría metérmela de nuevo.- Ya ahh!.- con un último esfuerzo me dejo caer, su pene ya estaba casi completamente flácido pero aun con eso consigo eyacular finalmente, liberar toda mi leche que embarra su estómago y pecho así como la mano que en ningún momento me deja de bombear.

Tembloroso debo apoyarme con ambas manos a sus hombros para no desplomarme, los ojos llorosos y un poco de saliva chorreándome por la barbilla, tras unos segundos mis brazos ya no son capaces de sostenerme por lo que acabo cayendo recostado sobre el pecho sudoroso de March.- Hacia mucho…- carraspeo un poco al tener la garganta seca y la voz rasposa.- hacia mucho que nadie me penetraba, no suelo dejar que esto suceda.- ahora que toda la euforia había pasado me siento un poco inhibido al no saber de qué forma reaccionara el fantasma, por un segundo me embarga el temor de que me fuera a rechazar, arrojar lejos de él o incluso comenzar a golpearme luego de que ya le di el placer que buscaba.

James...- aun con la respiración completamente agitada consigo enderezarme un poco para poder verle, permanezco en esa posición apenas unos segundos en los que reúno el valor suficiente para buscar besarle en los labios, un mero rose similar a una caricia, completamente diferente a la forma tan pasional en que nos entregamos hace un instante.- podrías abrazarme?.- resulta vergonzoso tener que pedirlo, mi cara se notaría roja de no ser porque ya está en esa tonalidad luego del esfuerzo realizado. Temeroso de su respuesta soy yo el que se pega más a su cuerpo, oculto el rostro contra su piel y mis manos le rodean de la mejor forma que puedo.

Fecha de inscripción : 26/08/2017

EL HOTEL DE LA MUERTE

HOTEL CORTEZ — Kai Anderson

Más tarde, su amante más joven quien anhelaba el contacto físico, se recuesta sobre el pecho del fantasma que se mantenía inmóvil.

Mostrando así su vulnerabilidad abiertamente sin necesidad de esconderla por más tiempo, para confesar otro secreto que desconocía el fantasma; March sabía que ese joven vulnerable escondía un alma oscura, tan oscura como su propia alma, que fue corrompida hace mucho tiempo. – Nunca imagen que llegaría a penetrar a un hombre.

Le confesó abiertamente con respecto su sexualidad –Pero he de admitir que he gozado con vuestra presencia, señor Anderson. –Se sorprende cuando Kai se endereza para besar sus labios de manera lenta de forma intimida, pero no apasionada, más bien un beso cargado de sentimientos.

Una sonrisa se dibujó en su rostro cuando el joven parecía más receptivo con James; podía ver a través de sus ojos el ansia por ser aceptado amamantado con la leche de la sociedad a la que se ocuparía más tarde de alimentar.

March era frío, no era un hombre de mostrar el cariño fácilmente de buenas a primeras. Pero no dudó en abrazarlo, no quería mostrarse frio con alguien que admiraba por encima de todo, sino todo lo contrario. A parte sería un gesto deshonroso por su parte actuar de esa forma. Kai temblaba, se sentía cohibido después de haber follado, como dos personas que anhelaba en el fondo algo de amor, pero que no se atrevía a confesar por miedo a mostrar su vulnerabilidad.

Lo cierto que el carácter de arquitecto cambio de forma drástica por ambos factores que determinaría de pulir su forma de ser.

James por su parte se hizo rico demasiado joven por lo que debía de hacerse responsable de todo. Él desde el principio puso su vista en la elite de la costa Este pero este fue rechazado, de modo que se fue a la costa oeste donde construyó su palacio; cada recoveco de este lugar era como adentrarse en su alma. Un alma oscura que carecía de sentimientos algunos. Ahora por extraño que resultara estaba abrazando a alguien. Tal vez no estaba acostumbrado a mostrar públicamente sus sentimientos.
Parte de culpa fue su familia quien no fueron precisamente unos padres ejemplares –Descansa, mañana será un día glorioso para ambos. –Desde que murió no había vuelto a mantener relaciones sexuales con ninguna mujer. En ningún momento se le pasaba por la cabeza. Puede que los años en los que ha estado atrapado aquí le hubieran cambiado en cierta manera. Solo despertaba cierto interés sexual con su ex esposa, pero por el momento no había nada, ni nadie que le despertara la libido, hasta ahora.

Nunca se imaginó el de mantener relaciones sexuales con otra persona de su sexo. A él siempre le fascinaba las mujeres, de hecho le encantaba seducirlas para acto seguido matarlas en alguna parte del hotel. La mayoría de las veces usaba cuchillos, cualquier objeto afiliado que desgarrara su carne tierna para ver como la sangre brotara de las tripas de su víctima que agonizaba de dolor. A veces le gustaba empalarla; le ataba las manos las dejaba colgadas mientras estas gritaban. En más de una ocasión les tenía que meter un pañuelo en la boca para silenciarlas. Pero su esposa Elizabeth prefería escuchar los gritos mientras James se ocupaba de poner los ladrillos para hacer desaparecer a la joven que inútilmente intentaba deshacerse de su amarre.

Extrañamente miraba a joven y retiraba el cabello de su rostro para mirarle fijamente a los ojos. Pensó “Hare de ti un hombre de verdad” luego le cubrió con la manta se acostó de nuevo para quedarse despierto toda la noche. Porque los fantasmas no dormían, más bien parecía que lo hacían, pero no había descanso, no había paz para sus almas. Solo los vivos podía dormir pero raras veces lograba reconciliar el sueño en este lugar habitado por fantasmas.

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