Billie Dean Howard ID

37 años

Psíquicos

Médium

Estadounidense

Bisexual

Sarah Paulson

Billie Dean es una mujer ambiciosa por sobre todas las cosas, un poco narcisista -el primer paso es admitirlo, ¿no?- y hasta algo descarada. ¿Pero quién podría culparla? Ella es excelente en su trabajo -¡y nada de un fraude, para tu información!-, es sólo que el mundo ha tardado algunos años en reconocer su valor. Billie Dean no es alguien que se desviva precisamente por la justicia social -cuando estás habituada a ver diariamente personas asesinadas de las maneras más brutales en los lugares más inesperados como que comienzas a ver a la vida desde otra perspectiva-, pero tampoco puede hacer oídos sordos a los pedidos de ayuda que ella pueda recibir, tanto de vivos como de muertos: sabe que su don es algo singular que ha afectado su vida de un modo que -gracias desde luego a su trabajo- ha resultado positivo, pero así mismo es consciente de que con un gran don viene una gran responsabilidad, y si ben ella no es ninguna hermana de la caridad al menos trata de ser tan responsable para con su don en la medida de lo posible y lo razonable. Esto evidencia dos cualidades de Billie Dean dignas de ser resaltadas: es una mujer muy responsable, y es así mismo una persona muy involucrada y comprometida con su trabajo, decidida a desempeñarlo de la mejor manera posible. ¿Por qué? Por orgullo principalmente: porque ella es perfectamente capaz de desarrollar su trabajo a la perfección, y para cerrar la boca a todos aquellas personas incapaces de percibir nada pero siempre listos para tacharla como una charlatana ridícula.

Por lo demás, se trata de una persona cuya compañía puede llegar a ser bastante agradable: Billie Dean es extremadamente empática, calma y si se la provee de una buena copa de la bebida alcohólica adecuada puede hasta convertirse en una de las almas más animadas de la fiesta -por lo menos, animada para alguien que no suele usar vestidos que muestren más que sus rodillas.

D. Psicológica

Historia

Billie Dean nació en Phoenix, Arizona, y se graduó en el instituto Corona del Sol en Tempe. Durante sus años universitarios, trabajó como interna en una oficina de abogados en Phoenix, y su objetivo era licenciarse en ciencias políticas en la Universidad de Arizona. Su vida era la de una estudiante normal hasta los 25 años, cuando, en palabras textuales: “de repente apareció mi señora de la limpieza mientras me cepillaba los dientes. Excepto que no tenía ni escobilla ni guantes de goma, estaba desnuda y ensangrentada. Su esposo la asesinó con una pica de hielo” . Ale-fucking-luya: Dios, el Diablo o quién sabe qué la había escogido para manifestar “el don”. Y vara que era un don revulsivo, al punto de que tuvo que reconstruir su vida en torno al hecho de ser efectivamente una médium.

En sus inicios publicitándose como médium -en Craiglist, hay que admitirlo-, Billie Dean conoció a Constance Langdon, a quien ha estado ayudando por años, intentando hacer que su hijo Tate abandone este mundo. De alguna manera las personalidades de ambas mujeres tan complicadas encontraron un equilibrio, llevando a una amistad y un afecto mutuo destinado a perdurar -Billie Dean siempre ha encontrado en Constance una amiga, y además una igual.  Así mismo, conforme pasaron los años Billie Dean consiguió finalmente la posibilidad de filmar un episodio piloto para un reality show en Lifetime, en el que se suponía que la médium ayudaría a distintas celebridades a comunicarse con sus seres queridos fallecidos.  El piloto fue un éxito, y el reality comenzó a emitirse.  Actualmente Billie Dean Howard es una famosa médium entre las celebridades. Ayudar a las celebridades sin embargo es bastante aburrido, y Billie Dean siempre ha sido a la vez curiosa y ambiciosa: siempre está en la búsqueda de nuevas locaciones en las cuáles filmar episodios para su reality, así como paralelamente tampoco puede hacer oídos sordos a los -irritantes, en ocasiones- pedidos de ayuda de los muertos con los que en ocasiones se topa.

¿Es posible, sin embargo, que su ambición sea justamente lo que la llevará a ella misma a cruzar al otro lado? Sólo hay una forma de averiguarlo.